Contra El Pasado - Chriserick (Tercera Parte)

Capítulo 2

Cuatro años atrás.

- No puedo - salí del lugar sin dar un paso más.

- Erick, Erick - tomó mi brazo - por favor, sabes que me costó mucho llegar hasta aquí.

Christopher siguió con la idea de la adopción, estuvo durante más de un año tratando de hacer lo posible para que le cedan la oportunidad de cuidar a un niño.

Habían cosas con las que no cumplíamos, teníamos que estar casados y mis antecedentes estaban atrasando el proceso, rogaba que no se lleve a cabo nada de esto.

No sé como demonios lo hizo para que todo proceda normal, llegó una señora a evaluar la casa para ver si estaban las condiciones óptimas para un niño.

Sí, terminé cediendo a que tengamos un hijo, no por mí sino por él.

- Nos traerá problemas Christopher, solos estamos bien - di mi último intento para lograr que se arrepienta.

- Por favor, necesito que pases conmigo y al menos disimula interés - me llevó adentro con él.

Me sentía bastante incómodo, habían muchos niños y algunos se acercaban. Cada vez que eso pasaba me ponía detrás de Christopher, no quería que se me acerquen.

Él quería un bebé según para enseñarle cosas y no sé qué tanto. Nos contaron la historia de uno de los que estaban ahí, lo habían dejado recién nacido en el hospital, el pequeño apenas tenía tres meses y debo confesar que si me dió lástima.

Lo fuimos a conocer, era demasiado pequeño. Christopher lo cargó un momento, quería salir corriendo de ahí.

- No, no me mires así que no lo voy a tomar en brazos - me negué de inmediato.

- No pesa nada, mira - intentó dármelo pero caminé hasta el otro extremo - que antipático es tu papá.

- ¿Cómo que papá?

- Tenemos que adoptarlo, que sea él - se refirió al bebé.

- ¿Estás seguro?

- ¿Tú lo estás?

- Lo estoy haciendo por ti, así que supongo que será él - dije sin ánimos.

De un rato a otro comenzó a llorar, negué de inmediato al saber que tendría que escuchar eso a diario.

- Mira Erick mira - me acerqué un poco - sus ojos.

- Se parecen...

- A los tuyos.

- Los míos son más lindos - crucé mis brazos - ¿Cierto?

- Celoso - rió.

Tuvimos que esperar unos días para que se haga todo como se debía, dudaron en entregarlo ya que era muy pequeño aún, pero ahí estaba de nuevo Christopher insistiendo.

Prácticamente tuvimos que comprar todo para recibirlo en casa, pintar su habitación, poner muebles, todo un proceso.

Habían cosas que no entendíamos ni para que servían, no podía creer como es que acepté todo esto, pidió sus vacaciones solo para estar con el niño y yo tendría que cuidarlo cuando haya terminado el año en la carrera.

Decidió que se llame Tayler, era un nombre digno de llevar mi apellido al menos, Tayler Vélez Colón.

- Bienvenido a casa pequeño - le dijo al entrar.

- No te entiende, tiene solo meses - caminé detrás de él con la pañalera, que ridículo me sentía.

- ¿Lo sostienes un momento?

- Ni lo pienses.

- Por favor, quiero ir a buscar algo.

Tuve que tomarlo en brazos, en realidad no pesaba nada - si me molestas yo te molestaré ¿Eh? - le hablé como si me entendiera.