Contra El Pasado - Chriserick (Tercera Parte)

Capítulo 15

- No digas esas cosas, me da miedo escucharte hablar así de nuevo.

- A mi no me importaría volver a esas cosas, si quieren tratos está bien, haremos tratos.

Por mi familia era capaz de todo, de hacer cosas ilegales, irme detenido si era necesario o incluso matar como le dije a Christopher.

- Está bien - se salió de mi agarre - házlo, hace lo que quieras.

Caminó en dirección al computador, de seguro ya estaba listo.

- ¿Y?

- No puede ser, es Alexander - como no me di cuenta antes. Él era el tipo al que golpeamos con Christopher y que posteriormente él detuvo, ahora entendía todo.

- Alguien quiere recordar quién manda al parecer, ese tipo no es nadie.

- Salió libre como no lo asocié con esto.

- Eso era justo lo que necesitaba - caminé en dirección a la salida, tenía que buscarlo a donde sea que se esté escondiendo.

- TÚ NO SALES - me jaló haciendo que entre de nuevo.

- Déjame.

- No tenemos ni idea en donde puede estar.

- Por eso hay que buscarlo o quieres que espere que tus leyes hagan lo suyo.

- No comiences de nuevo, me estás hartando.

- Uy como si me importara - reí.

- Ven acá - apretó mi mandíbula y me hizo mirar a la puerta - cruzas esa puerta y te olvidas de nosotros, que no se te olvide que si quiero te lo puedo quitar - acercó sus labios a mi oído - a quien crees que le darían prioridad, a mi que soy una autoridad o a una persona con antecedentes.

- Es mi hijo también - intenté quitar su mano - no puedes quitarmelo.

- Claro que puedo, así que escoge - me empujó - tus arranques de asesino o tu hijo.

- Obviamente escogería a mi hijo mil veces, no puedes amenazarme con eso.

- Es la única manera de que entiendas, si para ti somos tan importantes haz las cosas bien y deja de comportarte cómo un inmaduro.

- Está bien, está bien - puse los ojos en blanco y me fui a sentar - ¿Contento?

- No, pero más tranquilo - caminó hasta sentarse conmigo - te quiero.

- Eres un experto en chantaje ¿Eh?

- Si no lo hago probablemente estaríamos en el suelo dándonos de golpes.

- Lo sé, por cierto también te quiero.

- Que relación más bipolar la nuestra - reímos - ¿Trabajamos?

- Creo que sí, aún estoy molesto así que no fastidies mucho - advertí - me duele la cara Christopher, casi me sacas la mandíbula.

- Lo siento, trataré de medir mi fuerza en la próxima discusión.

Estuvimos un momento tratando de ver que podíamos averiguar, intentando descifrar cosas o ver cómo comenzar a buscarlo.

- Debe estar viviendo en algún lugar que no esté a su nombre, no me explico que más puede ser.

- Erick ¿no sabes de alguien que pueda estar ayudándolo? - no despegaba la mirada de la pantalla.

- No lo creo, si era un mediocre, infeliz, idiota...

- Ya entendí, ya entendí - comenzó a reírse.

- Tenemos que hacer algo o te juro que voy a terminar buscándolo yo.

- Hay que esperar a que vuelvan a llamar, no nos queda de otra. Tendrás que seguirle el juego en lo que hacemos el procedimiento.

- ¿Hacemos?

- Zabdiel ofreció su ayuda, nos vendría bien así en caso de cualquier cosa estoy contigo.

- ¡No pero qué considerado Zabdiel! - hice salir mi lado sarcástico.