Contra El Pasado - Chriserick (Tercera Parte)

Capítulo 14

Llamé a ese número sin obtener respuesta, estaba cayendo en su maldito juego pero no podía seguir perdiendo tiempo.

- ¿Erick?

- Estoy acá.

- No se quería quedar, tuve que tratar de convencerlo.

- ¿Tienes tu laptop acá?

- Sí ¿Por qué?

- Rastrea el número - le entregué mi celular - al menos para tener una idea dónde buscar a ese idiota.

Fue de inmediato por ella, algo bueno de tener un novio policía era esto. Estaba que me llevaba el demonio, tenía tanta rabia en esos momentos y unas ganas de golpear a quien sea.

- MALDITA SEA - le di una patada a la mesa. Luego de eso me puse de pie rompiendo casa cosa que encontraba.

- Cálmate, cálmate - los brazos de Christopher no tardaron en rodearme - tranquilo.

Mi cuerpo temblaba del puro coraje, hace tiempo no tenía una reacción de este tipo, era como si el Erick del pasado quisiera volver.

Traté de calmarme por él, lo menos que quería era ponerlo nervioso o seguramente discutiríamos.

- Porqué se demora tanto eso - caminé de un lado a otro.

- Aún falta, espera que me pones nervioso a mi.

- COMO QUIERES QUE ESPERE - tiré algo que estaba en la mesa - mientras estamos aquí ellos nos están buscando ¿O no te importa tu hijo?

- No voy a discutir contigo - volvió su mirada a la pantalla.

- ¡ME TIENES HARTO! ESTOY HARTO DE QUE TODO PARA TI SEA TRANQUILIDAD, QUE SIEMPRE LO QUE HAGA ESTÉ MAL, DE QUE TENGA QUE PASAR ALGO MALO PARA QUE HAGAS ALGO.

- NO SAQUES TU RABIA CONMIGO - avanzó en mi dirección - ¿Tú crees que mi hijo no me importa?

- No, porque si te importara estarías haciendo algo y no esperar a que lo maten - su puño se posó en mi mejilla - ¿A sí? - le devolví el golpe, algo en mi no quería hacerlo pero la rabia me podía.

- ENTIENDE QUE TU PROBLEMA NO ES CONMIGO.

- Tu eres el maldito problema.

- No puedo creerlo - negó con la cabeza - si fuera otro el imbécil que estuviera contigo te dejaría solo, a mí no me costaría nada llevarme a Tayler lejos y que no lo veas nunca más.

- No te atreverías.

- Créeme que si, a ti te quiero y lo sabes pero si tengo que llevarlo lejos no dudes en que lo haré - desvié mi mirada, no quería decir alguna estupidez - entiende Erick, sé que tienes rabia, impotencia pero estas actuando igual que antes.

- Lárgate - apunté a la puerta.

- Debería hacerlo por como te estás comportando, debería dejarte solo y que hagas lo que se te dé la gana, pero no puedo, estuve a punto de perderte una vez y no quiero que vuelva a pasar.

- ES MI HIJO MALDITA SEA, TENGO QUE PROTEGERLO.

- Por lo mismo - me abrazó - házlo por él, piensa con la cabeza y no con la rabia. Haremos lo necesario te lo prometo, pero juntos.

- Tú no entiendes - me negaba a abrazarlo.

- Erick escúchame...

- ESCÚCHAME TÚ A MI - lo apoyé en la pared - a mi hijo no lo va a tocar nadie, a ti tampoco, se están metiendo con mi familia y eso no se lo aguanto a nadie - me acerqué a su oído - por Tayler y por ti mataría, soy capaz de matar a quien sea.