Huracán ✔️

Capítulo 25

En el momento que Emily se enteró de lo sucedido con Dani sintió como su mundo se le fue encima, lo último que pensó era que su mejor amigo saldría involucrado en sus problemas. Por lo que sin importarle nada se puso firme y pidió irlo a visitar.

—Emily siento mucho lo que está sucediendo, pero eso es imposible —agregó Layo—. Pájaro ya puso un dinero en unas cuentas en el extranjero, hoy mismo me dan los pasajes para que nos podamos ir.

—No comprendo.

—Que ya no hay necesidad de hacer el atraco, ya tenemos el dinero que tanto estábamos buscando para poder comprar la libertad lejos de este país.

—Yo no puedo irme y dejar a mi mejor amigo al borde de la muerte y todo por mi culpa —respondió entre sollozos.

Leo permanecía callado.

—Em, escucha. No vamos a tener otra oportunidad, necesitamos irnos. En este momento tenemos la forma de irnos, no habrá otra oportunidad como esta.

—Es que...

—¿No quieres ir con nosotros?

—Claro que sí Layo, pero entiende, no puedo sólo irme y dejar a Dani en el hospital. Necesito verlo, no podría cargar con otra muerte, suficiente tengo con la de Neco —lloró.

Leo la abrazó, pero no sabía que decir. Él quería que se fueran, pero no quería sonar cruel.

—Podemos pedirle a Pájaro que se encargue.

—No, gracias, pero no —suspiró—. ¿A qué horas tendríamos que irnos?

—Hoy mismo, necesitamos estar a media noche en la frontera.

—Permítanme ir a verlo, regreso antes de que nos tengamos que ir.

Layo se quedó serio, para nada creyó que era buena idea.

—Amor, creo que Emily tiene derecho, igual aprovecho a ver a mi papá antes de irme —agregó Lara.

—¿De qué hablas?

—Sabes que lleva una semana en el hospital, y según veo es el mismo en el que está el amigo de Emily. No me gustaría irme y que muriera.

—Lara, a ti nunca te ha interesado ir a ver a tú papá.

—Quizás ahora que sé que voy a ser mamá eso me afectó.

—No es una buena idea, es muy peligroso.

—Todo es peligroso, por favor —pidió Lara.

—De acuerdo, pero alguien va con ustedes.

—Bien, pero Em y yo vamos en un auto separado. Para tener más posibilidades de huir a la hora de cualquier cosa.

—No creo que sea buena idea —volvió a decir Layo.

—¿Qué te parece si le pides a Pájaro un último favor? Sólo dile que nos cuide las espaldas.

Layo abrazó a Lara con mucha fuerza, no podía decirle que no. Pero eso no quería decir que estuviera de acuerdo, al contrario, le parecía la peor tontería de todas.

Sin darle más vueltas al asunto, Lara y Em subieron al auto y Tony, Barbara y Leo las siguieron.

—No sabía lo de tú papá —comentó Em.

—No es un tema del que me guste hablar.

—Gracias, sé que lo hiciste por mí.

—Esto es peligroso Emily, necesito que entiendas eso y estés muy atenta.