Capítulo 11: Luna Llena.

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Midoriya quedó estático ante el cálido beso que le brindó Todoroki.
Al alejarse ambos estaban sonrojados, Shõto amaba ver ese rostro pecoso rojito y avergonzado.

-Disculpa.

-Tra...tranquilo Todoroki-kun, estoy bien, sólo que fue sorpresivo.

-Te quedarás conmigo, Izuku- le dijo acercándose mientras tomaba de su cintura.

Midoriya iba a desmayarse, no sabía si de la impresión o la felicidad.

-Sí Todo...

-Di mi nombre- lo alentó con voz sensual.

-Sí, Shõto- le dijo casi infartandose.

-Bien, entonces volvamos con los demás.

-De acuerdo.

Más allá en las rocas, la marea golpeaba sus olas mojando los pies del par de amigas.

-Lo siento!- dijo la delegada soltando el brazo de Jiro.

-Porqué, yo lo disfruté- le dijo la rockera acariciando su rostro.

-Gracias por declararme tus sentimientos Kyoka.

-De nada. Por cierto, hay una de las chicas que sabe mi secreto, porque yo misma le conté.

-¿Quién?.

-Ochaco.

-¿Enserio? Y que te dijo.

-Pues me deseo mucha suerte- le dijo con una sonrisa.

-Kyoka ¿volvamos con los demás?.

-Vamos.

En la arena seguían tendidos los alumnos. Bakugõ se había sacado sus granadas pues le estaban sudando mucho las manos. Kirishima estaba perdido mirando a su amigo, pensaba que palabras serían las correctas para que Bakugõ no le volara la cara.

-Oye, ¿que te pasa?- le preguntó Sero quién notó la mirada de Kirishima.

-Na..nada. Ahora que lo recuerdo Sero, tengo que hablar contigo.

-¿De qué?.

-Bien alumnos! Atención!- les habló Aizawa al ver que todos estaban reunidos- Volveremos al hotel para almorzar, y luego seguiremos el entrenamiento.

-Noooo!!!.

-Silencio!!.

-Eres un dictador Aizawa- le dijo Mic- Los chicos tienen derecho a divertirse.

-Vinimos en una misión Mic, no de vacaciones y por favor no me desautorices frente a mis alumnos.

-De tus bebés- le dijo el rubio volviendo a tomar sol.

Resignada la clase 1A se retiró de la playa rumbo al hotel para almorzar.
Devoraron el exquisito menú que les ofrecía el hotel. Luego de comer, reposaron por cuarenta minutos y volvieron a la playa para seguir entrenando.
Caía el sol, y junto con él otro bello día, la noche siguiente sería el ritual en el Lago.

-Bien chicos, vayan a ducharse.

-Sii sensei- dijieron casi muriendo.

Mic que se había ausentado en el entrenamiento de la tarde, había ido a comprar ropa blanca para los cinco. Les pasó a cada uno su bolsa con un pantalón y una polera blanca.
Todos se fueron a tomar una larga ducha a sus habitaciones, pues cada habitación tenía su baño correspondiente.

-Momo- le dijo con voz sensual- Podríamos bañarnos juntas, hay una tina.

-Yo, bueno, claro- le dijo sonrojada la pelinegra.

Códigos De Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora