El es guapo -KookV - (suspended for now)

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La agotadora y estresante reunión había terminado por fin, el traje que llevaba puesto era algo incomodo y lo mas que quería en esos momentos era salir de ese hotel para encontrarse con el rubio. Jungkook tomo su celular mientras caminaba a la salida del gran hotel, después de la llamada guardo su móvil en el bolsillo. Su vista fija en aquel gran letrero que, al entrar, no se percato estaba hasta ahora.

"Empleado del Mes" ponía aquel letrero y la foto de alguien muy conocido para el castaño aparecía en la parte superior de aquella cosa. "Por su gran esfuerzo, amabilidad y sonrisa amistosa, se le concede este puesto a Park Jimin" El nombre no coincidía para nada con la persona que el estaba viendo en la foto. "Park Jimin, siga esforzándose" nuevamente aquel nombre que solo lo hacia dudar mas. Pero, ¿por que durar? estaba mas que claro que el nombre de "Kim Taehyung" no le pertenecía al rubio que ahora tenia a tan solo medio metro de distancia.

-¿Como diablos pudiste decir que eras Kim Taehyung? -hablo con voz dolida, pues pensaba que todo esto era mentira hasta que pronuncio el otro nombre y aquel rubio volteo a verlo- ¿Que has estado haciendo todo este tiempo? -sus ojos comenzaban a picar, se sentía engañado y sumamente triste pues, ¿donde estaba su verdadero mejor amigo? o peor aun ¿era la persona que ahora mismo creía y tenia en mente?- ¿Cual es tu verdadera identidad? -volvió a preguntar pues el rubio no parecía reaccionar y sus ojos comenzaban a llenarse de lagrimas, justo como los del que tenia en frente.

-T-Te lo explicare todo Jungkook -murmuro por fin el rubio- Veras... Jungkookie -trato de tomar la mano del castaño, pero con brusquedad este la separo.

-Solo respondeme. -hablo serio, el nudo que estaba en su garganta no sabia si era de tristeza o rabia- ¿Quien realmente eres?

-Un amigo -susurro sin verlo, solo concentrado en el piso- Amigo de Taehyung. El me pidió un favor. Debía de encontrarme contigo solo una vez. -explico nervioso y con algo de rapidez- Solo era una vez, pero después me encontré contigo de nuevo en el hotel, las cosas se complicaron y salieron de control. -su voz se iba cortando un poco mas con cada palabra que pronunciaba- Iba a encontrarme hoy contigo para explicarte todo con calma y disculparme... -lo miro y se sorprendió ante la vista tan dolida que aquel castaño le proporcionaba.

-Entonces... -susurro- ¿Es el? -murmuro sintiendo sus ojos picar aun mas- ¿Es la persona que creo?

Jimin quedo en silencio, pues toda su mentira había terminado y su corazon dolía demasiado. Con lentitud asintio dándole la razón al castaño en un pequeño susurro.- Jungkook... perdóname por favor, no quería engañarte al decir que era otra persona -sus lagrimas comenzaron a caer- No estaba planeado alargar esto a meses.

Sus lagrimas humedecían un poco sus mejillas, mas sin embargo su menor ya  no le veía, por mas que pedía perdón ya no conseguía palabra por parte del castaño. Y finalmente rompió en llanto cuando Jungkook le paso por un lado sin decir nada, su corazon dolía como jamas pensó le iba a doler. Sus piernas temblaban al igual que sus manos. Entonces ahí, sentado de rodillas en el duro piso entendió cuanto daño le hacia a las personas a su alrededor, primeramente mintiéndole a su mejor amigo al decirle que solo se habían visto una vez. Después mintiéndole a la primera persona que realmente lo enamoro, le hizo creer durante meses que de verdad eran amigos, que de verdad su relación amorosa tenia futuro, pero claro que esto no iba a ser así. El no era Taehyung. El no era el primer amor de aquel castaño que supo arrebatarle el corazon en tan poco tiempo.

[...]

Mientras mas avanzaba de camino a encontrarse con el peligris mas recuerdos a su mente llegaban. ¿como pudo ser tan estúpido? Su TaeTae seguía siendo el mismo de siempre, tan hermoso y tierno como lo recordaba. ¿Como no pudo darse cuenta de eso antes? Desde aquel cabello revoltoso al mojarse hasta aquella hermosa frase al cruzar la calle. Su típico gesto al estar nervioso. La forma tan sincera en la que le sonreía, la forma tan única en la que se preocupaba por el. La maldita forma en la que lo volvió a enamorar, como cuando eran niños.