Observo la mesa del desayuno en la que nos sentamos cada día mientras dejo mi plato vacío en el lavavajillas. Hoy no me he sentado al lado de Alba, se me han adelantado. A pesar de ello no puedo dejar de mirarla, siento que a cada hora que pasa está más guapa. Es un día extraño. Ayer se marchó Alfonso y puede decirse que gracias a ello entramos un poco en la verdadera realidad de lo que significa haber entrado a Operación Triunfo. Sigue siendo algo muy raro estar un programa de televisión donde sabes que te están grabando las veinticuatro horas del día pero es aún peor cuando realmente te das cuenta de que cada semana uno de tus compañeros se marchará. Es algo para lo que ninguno estábamos preparados aunque pensáramos que sí. Me apoyo en el lavavajillas mientras observo a Alba y Miki hablar mientras ríen. No tengo ni idea de lo que dicen, pero me gusta la imagen, me gusta la forma en la que bromean. Por un momento se me pasa por la cabeza que en algún punto del programa alguno de los dos se marche, o que sea yo la expulsada teniéndome que separar de ellos, y se me parte el corazón. Sé que en el caso de ellos no será pronto porque ambos son muy buenos pero se me pone un nudo en la garganta solo de pensarlo. Me aparto para dejar que Julia y Sabela metan sus platos en el lavavajillas. Ambas hablan de sus respectivos novios, Sabela dice que haberle visto ayer fue lo mejor que pudo pasarle porque lo echa infinitamente de menos. Me siento culpable porque yo no tengo esa necesidad. No está presente las veinticuatro horas del día en mi cabeza. No siento que tenga que hablar de él a cada segundo. Le echo de menos pero creo que no de la manera en que lo hace Sabela, por ejemplo. La culpabilidad me invade. No sé si es algo normal. No sé si el estar aquí me ha absorbido de tal manera que ya no existe nada más. No está en mi cabeza tanto tiempo como cabría esperar y no está de la forma en que debería. Sé que le quiero pero en estos momentos me planteo si le amo. Mi cabeza ya explota si se pone a pensar que el chat Alba dijo que soy la persona por la que más atraída se siente. Soy consciente de que el chat es un espacio en el que todos reímos y estamos de cachondeo. Pero no puedo negar que me gustara su respuesta.
-¿Qué te pasa?- pregunta de repente Alba abriendo el lavavajillas para meter su taza y su plato.
-Nada, me he quedado empanada- respondo sonriendo.
-¿Pensando en algo especial?- pregunta cerrando el electrodoméstico.
-No- digo negando con la cabeza- Me pregunto qué canción me tocará esta semana, y con quién...
-Ya- dice Alba sonriendo justo antes de ponerse de puntillas para darme un tierno beso en la mejilla. Yo sonrío mientras lo hace y la observo marcharse hacia los aseos. Me quedo ahí de pie pensativa durante unos minutos. Estoy deseando que me toque cantar con ella.
Me ducho y me visto en medio del caos. Hoy estoy rara. Tengo un día de esos en los que solo me apetece coger la guitarra y componer sobre todo lo que siento aquí dentro. Miki me ha prestado una de sus sudaderas y yo aprovecho que el caos reina en la zona de los armarios para marcharme al sofá. Marta no encuentra uno de sus zapatos y Noelia y María han comenzado a recorrerse a cuatro patas cada centímetro de la estancia. No me extrañaría nada que acaben haciendo lo mismo en cada rincón de la academia. Cojo la guitarra y literalmente me dejo caer en el sofá. Empiezo a tocar unos cuantos acordes mientras observo a Carlos y Julia abrazarse de una forma extremadamente tierna.
-Love is in the air... - canto en un susurro para mí misma mientras sonrío. Damion aparece y se sienta en la otra punta del sofá. Me mira concentrado mientras toco. Ya no canto pero parece hipnotizado. Julia y Carlos desaparecen de mi vista.
-Tengo el presentimiento de que esta semana cantamos juntos- dice muy seguro.
-¿Tú crees?- pregunto sin dejar de tocar.
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Jungla de Espejos (Albalia)
FanfictionFanfic protagonizado por Alba y Natalia (Albalia) concursantes de OT 2018.