VISITAS

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No paro de llorar por la visita de mi padre y de mi hermana. No me lo esperaba, de hecho me ha pillado de sopetón cuando llegaba junto a Natalia a la cocina. Hemos estado conversando mientras cenábamos. El destino ha querido que nosotras y nuestras familias estuviéramos juntas en la misma mesa. En un principio se podía cortar la tensión con un cuchillo pero luego nos hemos relajado. Mi hermana estaba guapísima, la he visto preciosa esta noche. He intentado contarle algo mientras ha durado la visita pero no he podido por miedo. Sé que no va a pasar nada, es mi hermana, pero no he podido obviar el hecho de que hay cámaras. Me enciendo un cigarro junto a Natalia en la terraza, sé que no van a tardar en llamarnos la atención por estar fumando juntas pero quiero aprovechar hasta el último segundo de intimidad.

-Madre mía- digo dándole una calada a mi cigarro aún en shock.

-No me digas nada que aún lo estoy procesando... - dice Natalia poniendo unas caras rarísimas.

-¿Tú crees que ha ido bien?- pregunto.

-No lo sé- responde- ¿Tú qué crees?

-Yo creo que sí- digo riendo- Madre mía Nat que hemos salido y nos los hemos encontrado y ha sido en plan... ¿Cómo? ¿Qué es esto? ¿Qué está pasando?

-Yo me he quedado unos tres segundos petrificada antes de reaccionar- dice riendo. Estamos de pie porque sabemos que en nada nos echan.

-Pero ha estado genial- digo nerviosa- He intentado hablar con mi hermana pero no he podido.

-Yo también, le he dicho si no me podía contar nada bajito o por escrito y la pobre me ha mirado con una cara de pena... - explica Natalia.

-Y todos en la misma mesa- digo riendo.

-Con nuestros padres ahí- apunta Natalia.

-Como si fuera la boda- no puedo parar de reír.

-La boda tampoco que faltaba la Rafi y sin ella no hay boda- dice Natalia uniéndose a mis risas.

-Creo que no soy del todo consciente aún de que esto acaba el miércoles- digo mirando a mi alrededor.

-A mí una cosa sí que me ha quedado clara esta noche- afirma Natalia- Bueno en realidad dos.

-¿Qué?- pregunto.

-Que no me extraña que seas preciosa porque toda tu familia lo es y que tenemos dos millones de memes en Twitter- responde.

-Totalmente- digo riendo y obviando lo de mi familia porque me da vergüenza.

-¿Pero y cuando tu padre ha venido a darme un abrazo?- pregunta Natalia- Casi me muero.

-Es verdad, ¿Qué le has dicho?- pregunto con curiosidad.

-Le he dicho; "Vaya hija tienes"- dice imitando el momento.

-¡¿Qué dices Nat?!- grito con los ojos muy abiertos.

-Es lo primero que se me ha ocurrido- dice riendo.

-Madre mía- digo llevándome las manos a la cara.

-¿Qué querías que dijese? ¿Hola soy la futura esposa de su hija?- pregunta.

-Cállate- digo dándole un golpe en el brazo. Nos quedamos en silencio. Me extraña que no vengan a echarnos de aquí. Nos estamos pasando las normas por el forro directamente. Supongo que para lo que queda les da igual. Hace unos minutos que el llanto dio paso a la euforia pero lo malo de esta última es que, por desgracia, es pasajera y suele ser el antecedente de la desesperación. Mi cabeza automáticamente ha dejado de centrarse en los hechos reales para ubicarse en lo que podría haber pasado. Una realidad alternativa en la que todo habría sido muy distinto, tanto que me da miedo.

Jungla de Espejos (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora