Me fumo un cigarro a solas en la terraza mientras intento, sin éxito, divisar algo del exterior a través de las ventanas que tengo enfrente. Está lloviendo a cántaros. Me giro porque creo que ha pasado alguien por mi espalda. Mi cuerpo reacciona con la esperanza de que sea Alba pero no, no es ella ni ninguno de mis compañeros. Llevo unos días en los que el encierro y el paso de las semanas me están pasando factura. No es que me esté volviendo loca pero una parte de mí está bastante desesperada. En un principio creía que eran unas ganas tremendas de salir de aquí por todo lo que rodea al encierro pero en el fondo no quiero dejar de aprender y me siento como en casa. Al final he llegado a la conclusión de que estoy deseando salir porque quiero demostrarle a Alba lo mucho que la quiero. Es algo que solo va a depender de mí. La templanza que está teniendo es de admirar. A mí cualquier día se me va a escapar algo o le voy a soltar sin querer un beso en la boca y se va a liar. El otro día estábamos sentadas en la mesa y se acercó a darme un pequeño beso en la nariz, yo pensaba que iba a besarme en los labios y no me aparté porque lo estoy deseando. Ella se dio cuenta y mostró esa sonrisa que me enamora cada día más. Me echo hacia atrás en la silla de manera que estoy prácticamente tumbada. Doy una calada al cigarro y por primera vez en mi vida pienso que debería dejarlo. Que fumar no es bueno lo sabe hasta el Papa de Roma pero caí en la excusa barata de hacerlo para calmar los nervios. Hacerse una tila es más barato y más sano. Giro la cabeza hacia la derecha y veo a Famous saludándome a través del cristal. Le devuelvo el saludo hasta que se marcha hacia la zona de los baños y la habitación. Vuelvo a centrar mi vista en la lluvia.
-¡Sabela ganadora!- gritan desde el exterior. Me incorporo hacia delante porque me da un vuelco el corazón. Miro a mi alrededor y veo a Alba pasar por la cocina. Me levanto de la silla aun con el cigarro en la mano y le hago aspavientos para que venga. Corre hasta entrar en la terraza.
-¿Qué pasa?- pregunta preocupada.
-Han gritado- respondo- Creo que han dicho Sabela ganadora.
-¡Qué dices!- exclama Alba abriendo mucho los ojos. Nos quedamos concentradas en silencio. Esperando. Sé que no van a tardar en sacarnos de aquí.
-¡María puta ama!- gritan.
-Hostia puta- digo riendo a carcajadas. No es la primera vez que nos dicen cosas desde el exterior. No sé si habrán salido en el directo. Está claro que esto no porque estoy fumando.
-¡Alba cariño, te quiero, te echo de menos!- grita un chico. Se les escucha alto y claro y mucho más nítido que a los demás. A Alba se le cambia la cara. La sonrisa desaparece de su rostro y se incorpora para lograr ver algo sin éxito. Frunzo el ceño justo en el momento en que Tamara aparece en la puerta.
-Sabéis que solo puede estar una persona fumando- dice muy seria. Es una norma que ya nos hemos saltado unas cuantas veces. Apago el cigarro en uno de los ceniceros que hay debajo de la mesa- Y sabéis que no podéis recibir información del exterior. Venga, salid- Alba sigue muy seria y yo demasiado intranquila. Algo pasa. Salimos de la terraza y nos sentamos en el sofá. Puedo escuchar de fondo a Marilia ensayar.
-¿Quién era?- pregunto nerviosa. Una parte de mí conoce la respuesta pero no quiere oírla.
-Estoy segura casi al cien por cien de que era mi ex – dice Alba aún con cara de susto. Siento una puñalada en el corazón.
-Eso me pareció- digo con un nudo en la garganta.
-No entiendo qué hace aquí, de verdad- dice Alba con una risa incómoda.
-¿Este es el que no te decía sexy?- pregunto enfadada.
-¿Qué?- dice Alba extrañada.
-Nada, cosas mías... - respondo. Mejor no profundizar en ese tema porque se me revuelve la sangre y me arrepiento de no haberle gritado subnormal cuando he tenido la oportunidad.
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Jungla de Espejos (Albalia)
FanfictionFanfic protagonizado por Alba y Natalia (Albalia) concursantes de OT 2018.