COMIENZOS

43.4K 628 139
                                    


Es increíble lo rápido que ha pasado todo. El primer casting, ir superando poco a poco todos los siguientes durante meses, ir conociendo a todos los compañeros. El autobús da un pequeño giro a la izquierda que hace que Dave se asuste lo cual despierta las risas de todos los demás, la mía incluida. Mentiría si dijera que ha sido una noche fácil, no lo ha sido en absoluto. Estoy contenta con mi actuación a pesar de que el comentario de Roberto me ha hecho venirme un poco abajo. Supongo que mañana lo veré con otra perspectiva en el repaso de gala. Todos hablan mientras yo miro por la ventana intentando distinguir algo del paisaje de Tarrasa. Sé que el trayecto del plató a la academia es relativamente corto pero no sé por qué se me está haciendo eterno. Hace calor, tanto que parece mentira que el otoño esté casi aquí. Aparto la vista del exterior para fijarla en Noelia, se ha medio subido en su asiento, dos filas más alante, y canta algo que es imposible descifrar. Como una especia de mezcla entre Lola Flores y Beyoncé. Suelto una carcajada que hace que Natalia, que está sentada a mi lado, se gire para mirarme.

-¿Estás bien?- pregunta con sus ojos fijos en mí.

-Claro- respondo nerviosa.

-Creo que te pasa algo- afirma muy segura.

-No me pasa nada, de verdad- digo sonriendo.

-¿Es por lo de Roberto?- pregunta preocupada. Sabía que eso iba a traer cola. Pasar una ruptura ya es lo suficientemente difícil como para encima unirle no solo que lo sepa toda España y parte del extranjero, sino que además me he derrumbado en directo. Un desastre del que espero poder olvidarme pronto.

-No- respondo- Es raro. Todo es raro. Es un cúmulo de cosas. Una sensación extraña.

-Creo que todos compartimos esa sensación- dice Natalia sonriendo. Hace unos meses que me sorprende lo increíblemente guapa que es. Sé que también está nerviosa, tal y como acaba de decir, pero también tengo claro que lo sabe disimular mucho mejor que yo.

-Yo a ti te veo bastante tranquila- digo devolviéndole la sonrisa.

-Es realidad llevo un buen rato dándole vueltas a si me he echado en la maleta las zapatillas de hacer deporte- dice poniéndose seria.

-¿Qué?- pregunto un poco alto debido a que Noelia sigue con su show.

-Creo que me las he dejado en casa- dice Natalia preocupada- Debajo de la cama. Es que te juro que las visualizo.

-¿Y estás rallada por eso?- pregunto frunciendo el ceño- Te conseguirán otras- termino de decir riendo.

-Yo es que me obsesiono mucho con estas cosas- dice riendo también. Famous, Dave y Miki se han unido a la fiesta de Noelia formando un trío bastante peculiar mientras los demás hacen palmas.

-Solo quiero llegar- digo apoyando la cabeza contra la ventana.

-Tiene que faltar poquísimo- dice Natalia.

-¿Estáis nerviosas?- pregunta María. Su cabeza ha aparecido de repente entre nosotras dos proveniente del asiento de atrás, el cual comparte con Julia.

-Un poco- dice Natalia sonriendo.

-Yo solo quiero llegar y entrar de una vez- dice María. Se nota que desprende felicidad- Y no sé qué me pasa que tengo un hambre que me muero- dice volviendo a colocarse en su asiento. Río mientras vuelvo a fijar mi vista en el exterior. Estoy melancólica pero supongo que es algo normal cuando sabes que, en unos minutos, nada más poner un pie en esa academia, tu vida cambiará para siempre. Durante la gala de esta noche he disfrutado al máximo de todos y cada uno de mis compañeros. Es increíble el talento que tienen y no puedo sentirme más afortunada. He estado dándole vueltas al hecho de que mañana sabremos los temas de la gala uno y conoceremos al compañero con el que nos tocará hacer el dúo. Durante las actuaciones he intentado pensar con quién quiero que me toque y he llegado a la conclusión de que todos son maravillosos. Eso es lo que me dice mi cabeza, pero no mi corazón. Mi corazón elegiría a una persona en concreto para ese primer dúo. Y está sentada a mi lado. El autobús se para.

-Hay un semáforo en medio de la nada- dice María.

-No me lo puedo creer- dice Julia llevando una mano a su frente. Está visiblemente nerviosa. Me pregunto si mi familia estará orgullosa de mí. Espero que sí. No puedo imaginarme haciendo esto sin el apoyo de todos ellos. También he estado bastante paranoica pensando en mi garganta. Todas esas dudas de si aguantará, si lograré pasar el tiempo que me toque en la academia sin que se enferme. Es algo bastante delicado y sin el cual no somos nadie en este concurso. Comienzo a hacer palmas y reírme uniéndome a la fiesta de Noelia mientras el autobús se pone en marcha desatando los aplausos eufóricos de Marta y África.

-Ya casi estamos, creo- dice Natalia mirando hacia la ventana sonriendo.

-Sí- respondo notando cómo el corazón me da un vuelco. No sé si por el hecho de que llegamos a la academia o por su sonrisa. Esa sonrisa que me ha cautivado durante semanas de castings y que es una mezcla de dulzura y misterio.

-¿Crees que las camas de los dormitorios estarán asignadas o es cosa nuestra?- pregunta frunciendo el ceño.

-¿Qué?- no he entendido la pregunta. Serán los nervios.

-Que digo que si las camas las tendremos que elegir nosotros o el programa te asigna una- dice Natalia gesticulando con las manos.

-Supongo que las elegiremos nosotros- no me había parado a pensar en las dichosas camas la verdad.

-¿Qué pasa si alguien ronca?- pregunta Natalia.

-¿Tú roncas?- digo mirándola riendo.

-Yo no, ¿Pero y si alguien ronca y no podemos dormir?- dice Natalia preocupada.

-Pues coges y te vas al sofá- digo encogiéndome de hombros.

-Sí claro, al sofá yo sola- dice Natalia riendo. Para el impulso de decirle que yo la acompañaría para que no estuviera sola.

-Yo ronco- digo con una enorme sonrisa.

-Mentira- dice muy seria.

-¿Cómo sabes que es mentira?- pregunto.

-Es imposible que un ronquido salga de un cuerpo tan pequeño- dice sonriendo.

-¡Oye!- digo dándole un pequeño golpe en el hombro mientras ríe.

-Tenía que decirlo.

-No tiene gracia- digo haciéndome la indignada. Es entonces cuando me abraza. Es una abrazo cálido, fuerte. De los que sabes que son sinceros. De los que si giras unos centímetros la cabeza puedes sumergirte en el olor de la otra persona. Pasan unos segundos y seguimos abrazadas. De repente todo se para a mi alrededor. Todo se queda en silencio. No escucho las risas, ni los aplausos. No noto el autobús avanzando. Solo estamos Natalia y yo, abrazadas. El vehículo pega un gran frenazo que nos hace separarnos y volver a la realidad.

-¡Aparcao!- grita Noelia. Todos reímos.

Nos vamos poniendo de pie poco a poco para salir. Ahora sí que estoy de los nervios. María me mira emocionada. Al igual que Julia y Carlos. Estamos todos de pie en el pasillo central. El autobús ha parado pero aún no han abierto las puertas para que podamos bajar. Natalia está delante de mí. Noto cómo hace un movimiento raro con la pierna derecha, sonrío porque sé que es debido a los nervios.

-Ahora es cuando nos dicen que todo es una broma y que podemos bajar del autobús, coger nuestras maletas y volver a nuestra casa- dice Miki.

-¡Cállate y no digas esas cosas!- grita Dave haciendo que todos riamos.

La puerta delantera se abre haciendo que Alfonso pegue un grito ahogado a causa de la emoción. Yo noto cómo me tiemblan las manos. El corazón me late sin control mientras comenzamos a avanzar por el estrecho pasillo. Los primeros ya están en la calle. Pienso en los grandes antes y después de mi vida y ninguno tiene comparación a esto. María me agarra por la cintura en un gesto claro de apoyo moral ante las circunstancias. Sigo avanzando tras Natalia, apenas nos separan unos centímetros. Llegamos enseguida a la puerta de salida al exterior, antes de bajar los tres escalones Natalia se para en seco. En un primer momento temo que le pase algo pero acto seguido se gira mirándome con una enorme sonrisa en su rostro. Le devuelvo la sonrisa. Asiento indicándole que yo me siento igual de emocionada por estar aquí y, también, por vivir esto con ella aunque eso forma parte de lo más profundo de mi alma. Natalia baja del autobús. Ahora es mi turno. No dudo a la hora de dar el paso más importante del resto de mi vida. 


Twitter: Elegarvi

Jungla de Espejos (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora