Jungla de Espejos (Albalia)

DIBUJOS Y LETRAS

Algo pasa. Aún no sé qué es pero algo pasa, lo noto. Se palpa en el ambiente. Alba desayuna a mi lado y Natalia enfrente. Apenas se miran, apenas se dirigen la palabra. Es cierto que esta mañana se han dado un tímido beso de buenos días pero todo está demasiado lejos de las muestras de cariño de semanas anteriores.

-Marta, ¿Quieres más cereales?- pregunta Miki.

-No, no- ya estoy bien respondo. Vuelvo a mi análisis personal mientras Julia se sienta también en la mesa. Sé que ella también nota que algo raro pasa pero no lo hemos comentado entre nosotras. No lo he comentado con nadie en realidad. A mí es que toda esta situación me da mucha pena. No lo puedo evitar. A veces intento imaginarme qué habría hecho yo, que tengo novio, si al entrar aquí me enamoro de otra persona. La conclusión a la que llego es que bastante bien lo están llevando ambas, yo ya me habría desmayado o incluso habría tenido que abandonar por la ansiedad y la presión. En los castings ya me di cuenta que entre ellas había una conexión. Algo que hacía que su relación fuera especial, que estuviera en otro nivel en comparación con el resto. Encajaban de tal manera que resultaba algo realmente entrañable. Luego al entrar en la academia eso se fue agrandando y empecé a ver tensión sexual no resuelta por todas partes; en cada gesto, en cada abrazo, en cada mirada. Pensaba que me estaba volviendo un poco loca hasta que vi que compañeras como Noelia o Julia también sentían que algo pasaba aunque no lo comentáramos entre nosotras. Confirmé mis sospechas la semana de Toxic, aquello no fue normal y acabó explotando. Desde entonces las idas y venidas me tienen en vilo, como ahora con toda esta situación. Si no llego a entrar este año a Operación Triunfo sería la fan número uno de Albalia, lo tengo más claro que el agua. La gente de fuera no es tonta y de algo se han dado cuenta. No sé si se habrá mostrado alguna imagen de que ha sucedido algo más, supongo que no. Alba se levanta sin decir nada y se marcha. Yo frunzo el ceño mirando a Natalia que me devuelve la mirada pero agacha la cabeza al segundo para centrarse en su plato. Me están poniendo mala, de verdad. Me dan ganas de levantarme y darle dos tortas a cada una a ver si espabilan. Natalia también se levanta y se va a la terraza a fumar como siempre. A ver si hace el esfuerzo por dejarlo porque muy bueno para su voz no es. La veo prepararse el cigarro mientras entorno un poco los ojos concentrada.

-A tomar por saco- susurro levantándome de la mesa asustando a Julia. Entro en la terraza cerrando la puerta tras de mí. Natalia me mira sorprendida desde una de las sillas con el cigarro en la mano.

-El otro día nos dijeron que solo puede haber uno fumando, nadie más puede entrar- afirma preocupada.

-No si ya lo sé- digo desde la puerta- Luego me echarán la bronca pero no pasa nada.

-¿Qué te pasa?- pregunta Natalia frunciendo el ceño.

-¿A mí?- digo señalándome- ¡¿Qué te pasa a ti?!- la señalo a ella. 

-A mí no me pasa nada- dice encogiéndose de hombros.

-Te va a crecer la nariz- digo riendo.

-Si te refieres a Alba y a mí la cosa está en stan-by- dice triste.

-Vais a acabar conmigo, las dos- digo poniendo los ojos en blanco.

-No hace falta que te lo tomes todo tan a pecho- dice Natalia- De verdad.

-Bueno, en realidad vengo a darte un mensaje de Alba pero si no quieres escucharlo... - miento. Hago el amago de irme.

-¡Espera!- grita Natalia.

-Anda, ¿Te interesa?- pregunto sonriendo.

-¿Qué te ha dicho?- pregunta emocionada.

-Que esta noche cuando se apaguen las luces y dando un poco de margen para que se desconecte el directo quiere que os veáis en la sala del piano. Que va a enseñarte algo especial que quiere que veas- soy consciente de que la estoy liando parda pero bueno, si sale bien será un triunfo- Deberías llevarle algo tú también.