Jungla de Espejos (Albalia)

CONSECUENCIAS

Natalia hace un gesto que no logro descifrar. El otro coche para enfrente nuestra mientras yo agacho la cabeza para fijar mi vista en el suelo. Dos hombres se acercan hasta nosotras justo cuando el chico que conducía nuestro vehículo se baja de él para explicarles lo que ha ocurrido. Nos saludan y yo simplemente hago un gesto con la cabeza y muestro una sonrisa forzada. No miro a Natalia. No me atrevo. Nos subimos en el coche que acaba de llegar, en la parte de atrás. El chico arranca y veo cómo los dos hombres revisan bajo el capó del que nos ha dejado tiradas. Siento cómo una enorme distancia se aposenta entre nosotras. Decido mirarla de reojo. Veo que observa el exterior embobada. Gira su cabeza hacia mí y yo aparto la vista corriendo. Miro al frente, a un punto fijo del asiento del conductor.

-Menuda nochecita- dice el chico. Ninguna de las dos le da la réplica. Me pregunto si nos habrá visto besarnos. Me pregunto si alguno de los dos hombres lo habrá hecho. Noto cómo me tiemblan las manos y no de felicidad precisamente. Tengo miedo. Estoy en shock y en estado de pánico. ¿Qué pasa si lo han visto y por cualquier cosa deciden contarlo? Ni siquiera sé por qué me ha besado. Miro por la ventana notando como aumenta de tamaño el nudo que tengo en la garganta. Natalia me ha besado y estamos encerradas en un programa que ven millones de personas. Y ella tiene novio. "Fantasioso" pienso irónicamente para mí misma. Ahora también me tiemblan las piernas y siento que me cuesta trabajo respirar. Vuelvo a mirarla de reojo. Sigue perdida en el mundo que hay más allá de su ventana. Está aparentemente tranquila lo cual no es que me entusiasme demasiado. Apenas tardamos unos minutos en llegar. El coche para y nos bajamos despidiéndonos del chico. Otra chica nos espera para llevarnos hasta la parte de arriba. Natalia sigue sin interactuar conmigo. Empiezo a desesperarme y decido tomar las riendas.

-Natalia... - digo agarrándola de la mano. Se gira para mirarme. Puedo ver el miedo en sus ojos.

-Luego hablamos, ¿Vale?- dice intentando sonreír sin éxito.

-Vale- digo evitando el llanto. Entramos en la academia y estoy en un estado que no sabría definir básicamente porque nunca antes me había sentido así.

El chat ha sido divertido. Siempre lo es. Pero a pesar de ello no he podido dejar de pensar en ese beso del que ya soy una esclava. Mi mente lo repite en bucle y no parece que se vaya a cansar de hacerlo porque se me pone de punta todo el vello de mi cuerpo. Estoy sentada en mi cama. Dave y Noelia bromean en su litera. Los demás siguen fuera. Natalia y yo no hemos cruzado palabra en todo el chat. Tampoco nos hemos mirado. La veo entrar en la habitación y me pongo tensa. Viene hacia mí y se sienta a mi lado. Ambas tenemos la espalda pegada a la pared. La miro esperando su reacción pero sigue con su vista fija en la nada. Espero unos segundos. Dave y Noelia siguen riendo. Él intenta quitarle una almohada a la que ella se aferra.

-¡Por encima de mi cadáver!- grita Noelia riendo. Vuelvo a mirar a Natalia. Parece impasible y yo pierdo la paciencia.

-¿Vamos a hablar del beso que me has dado?- pregunto. Noelia y Dave guardan silencio instantáneamente. Giro la cabeza y los veo mirándonos con la boca abierta. Noelia nos observa por encima de sus gafas. Les hago un gesto que indica que no estoy bien y se marchan sin decir absolutamente nada. Sé que no se lo van a contar a nadie. Nos quedamos solas. Mis nervios vuelven a aparecer más fuertes que nunca.

-Lo siento- dice Natalia- No sé qué me ha pasado. De verdad- Nada más terminar la frase mis mínimas esperanzas de que ella sienta lo mismo por mí se desvanecen como cuando soplas con fuerza a un castillo de naipes. Un castillo que he construido en base a un enamoramiento que ni siquiera sé si es del todo real por estar aquí dentro y que no puedo permitir que llegue al punto de consumirme.

-No pasa nada. Yo también me he dejado llevar- digo intentando no llorar.

-Ya... - dice como si no supiera qué palabras elegir- Nos unimos mucho en el casting y también aquí dentro. Esta última semana ha sido muy intensa, puede que demasiado, y yo creo que he sentido tu cariño de forma exagerada.