Jungla de Espejos (Albalia)

FIESTAS

La fiesta post OT está resultando, como cabría esperar, un desfase. Noelia hace ya rato que baila sobre una de las tarimas del local, a Marta no se la entiende al hablar y Famous canta sin descanso junto a Damion y Alfonso. África y María no paran de hacerse fotos mientras caminan haciendo eses y Julia y Carlos conversan sobre algo sonrientes. Sabela charla con Joan, Dave y Miki. Mis ojos hace rato que están puestos en Natalia. La vorágine de estos días nos ha venido grande y apenas hemos coincidido. Calculo que habremos tenido menos de una hora para estar a solas durante todo este tiempo. A través del móvil tampoco hemos podido. Miles de mensajes inundan mi teléfono y aún no he respondido ni a la mitad. La única conversación que he mantenido con ella ha sido una vía whatsapp en la que me confirmaba que había dejado a Mikel, tal y como prometió, pero aun así siento que las cosas no van bien. Bebo un trago de mi copa mientras Aitana mantiene, a mi lado, una conversación con Noemí. No puedo evitar pensar que algo va mal, algo falla. La noto distante, como si no quisiera que nos hicieran fotos juntas. Se supone que, de cara a los medios, íbamos a fingir no tener nada. Eso es una cosa pero que entre nosotras haya dejado de existir un contacto real es otra.

-¿No crees?- pregunta Noemí mirándome fijamente a través de sus enormes gafas.

-¿Qué?- digo apartando mi vista de Natalia. La morena ha entrado al baño.

-Le comentaba a Aitana que destilas seguridad en el escenario tras tu paso por el programa- afirma la directora de la academia.

-Es cierto- dice Aitana asintiendo.

-Sí- digo intentando sonreír mientras le doy otro trago a mi bebida.

-Alba, cariño, ¿Estás bien? Parece que te esté dando un jamaflushi- dice Noemí. Aitana ríe a carcajadas por la palabra que se acaba de inventar.

-No- digo negando con la cabeza- En realidad tengo que ir al baño- me doy la vuelta marchándome al instante. Tras ir esquivando como puedo a la gente que acapara el local llego a la puerta del lavabo y accedo observando a Natalia lavándose las manos. Me mira de reojo como si no supiera qué decir. Estoy empezando a cabrearme. Vuelve a mirar al frente.

-¿Me puedes explicar dónde está la Natalia que conocí en la academia?- pregunto con un nudo en la garganta.

-No sé de qué me hablas- dice secándose las manos con un trozo de papel.

-Mantienes tu personalidad con todo el mundo... menos conmigo- afirmo- ¿Cuántas veces hemos hablado en estos días?- pregunto desesperada.

-Ambas hemos estado muy ocupadas y creo que quedó claro que lo mejor es que no expongamos demasiado lo que ocurre entre nosotras- afirma. Suelto una carcajada agónica.

-¡Pero si no ocurre nada!- grito. Una chica de producción entra y al vernos tan serias una frente a la otra se marcha del lavabo- ¡No hay nada que ocultar porque no ocurre absolutamente nada entre nosotras!

-¿Puedes calmarte?- pregunta alterada- Hay que ir poco a poco.

-Madre mía te han comido la cabeza- respondo llevándome las manos a la cabeza mientras sonrío melancólicamente- Te han manipulado por completo.

-Alba, tranquilízate. Sabes que yo te quiero, lo sabes de sobra. Solo estoy dejando un poco de espacio para encauzar esto, poco a poco, hacia el lugar que más nos convenga a ambas pensando en nuestras carreras- afirma.

-¡Pero si hablas como ellos!- grito señalando a la puerta- ¿Quién te ha dicho eso? ¿Joe?

-Joe solo me dio un consejo- dice enfadada.

-Pues lo estás siguiendo tan a rajatabla que se te está yendo de las manos- digo con lágrimas en los ojos.

-Alba... - dice dando un par de pasos hacia mí.