27.Gaduación.

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La mañana del lunes no necesité alarma ya que un beso de Anto fue lo que me despertó. Esto hizo que el buen humor se instalara en mi cuerpo automáticamente. Ya había asumido que hoy sería un día duro, ya que tengo que exponer mi proyecto de fin de carrera frente a un montón de gente importante, lo que me va a someter a mucha presión, pero yo creo que lo voy a saber llevar.

- Petite te veo algo pensativa. No te preocupes por la exposición estoy seguro que te va a salir genial.

- Estoy nerviosa, y espero que los nervios no me jueguen una mala pasada.

- Estoy seguro de que no. Además cuando llegues a casa te voy a comer a besos y me contarás lo bien que te ha  ido la exposición.

- Espero que sea así.- dije rodando los ojos. El francés me dió un beso en la punta de la nariz y se marchó al baño.

Dí unas cuantas vueltas en la cama y le mandé un mensaje a Tyler para saber si se vendría conmigo a desayunar. Me contesto a los segundos diciendo que me esperaba donde siempre a las diez menos cuarto.

Debatí un buen rato que ponerme, sin duda debía de ser algo con lo que me sintiera cómoda. Después de probarme varios conjuntos me quedé unos segundos mirándome en el espejo con el último, que consistía de una falda vaquera y una blusa palabra de honor negra. Noté como alguien me daba un palmetazo en el trasero, y ese alguien no podía ser otro, Anto.

- Estas guapísima petite.- dijo mientras se soltaba la toalla que rodeaba su cintura. En ese momento noté como subía la temperatura notablemente en el ambiente.

Le sonreí y me puse a buscar unos zapatos mientras él se vestía, luego me lavé los dientes y me peiné.

- ¿Quieres que te lleve? No me cuesta trabajo. - preguntó.

- Vale ¿Te importaría dejarme en la cafetería que está al entrar al campus?

- Claro, me pilla de paso.- contestó.

Montamos en el coche y en pocos minutos ya estábamos en nuestro destino.

- Mucha suerte petite, aunque sé que no la vas a necesitar, porque lo vas a hacer genial.

- Gracias, pero creo que si necesitaré un poco de suerte. ¿Qué te parece un beso de la suerte.- dije mirando sus labios deseosa.

- Eso no hace falta pedirlo.- soltó antes de estampar sus labios sobre los míos.- Te quiero.

- Y yo más.- dije abriendo la puerta del copiloto y saliendo. Entre los cristales de la cafetería pude reconocer a Tyler, que me hizo un gesto con la mano.

- Buenos días.- dije cogiendo asiento a su lado.

- ¿Cómo va todo?- dijo antes de darme un beso en la mejilla.

- Va todo bien la verdad, pero estoy bastante nerviosa. Tú expones mañana ¿no?

- Así es.

Pedimos dos cafés y desayunamos mientras charlabamos de lo que habíamos hecho en el fin de semana. A eso de las once fuimos a la universidad. Durante el camino me puse a repasar y entre todas mis papeles encontré uno que no estaba escrito con mi letra, pero sí con la de Anto. Y decía:

No estes nerviosa petite, estoy seguro de que te va a ir muy bien y lo vas a hacer genial. Por cierto, no sé si te he dicho esta mañana que estabas preciosa con esa falda. Bueno, que me desvío del tema, paso a recogerte a las 14:45. Te amo.
Tuyo, Antoine.

Esbocé una sonrisa y entré al salón de actos algo más animada. Tomamos asiento y las exposiciones de mis demás compañeros empezaron. Hasta que al fin llegó mi turno, preparé la presentación en el ordenador y cuando se proyectó en la pantalla empecé a hablar. Unos veinte minutos después los aplausos se hicieron presentes, eso quiere decir que ya había terminado. Si os soy sincera, la exposión me fue mejor de lo que me esperaba. Y aquí acaba todo, mis cuatro años de carrera se resumían en este trabajo y estaba terminado. Este viernes me graduo y por fin conseguiré el título de tanto tiempo llevo queriendo. Me despedí de Tyler, quien tendría su exposición por la tarde.

Amor Por Despiste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora