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Twice se encontraba de vacaciones en Osaka, Japón y para hacerlo un poco más divertido decidieron formar parejas y que la maknae line fueran juntas.
Las parejas eran Nayeon y Momo, Jeongyeon y Mina, y por último Sana y Jihyo.
Mientras que la maknae line fue a un partido de baseball, el Namo fue a un parque de diversiones y el Jeongmi a un centro comercial enorme, el Sahyo quiso ir a pasear por ahí y ver que compraban o que veían lindo. Antes de salir Sana le advirtió a Jihyo que por favor tuviera cuidado y que no se soltara de su mano ya que la ciudad de Osaka era muy grande y confusa, que podría perderse y que no querían que la culparan de un secuestro.
Jihyo al escuchar esto último se carcajeó y le hizo caso. Mientras paseaban por ahí lograron comprar unos zapatos, camisetas, artículos de belleza y el cinturón Louis Vuitton que Jihyo quería hace meses, varios snacks y un montón de cosas más.
Ya venía siendo la hora de regresar a el hotel con las chicas, y en un momento en el que Sana se descuidó viendo un forro de Shiba para su celular Jihyo se había ido.
Sana empezó a contar hasta diez y trató de no entrar en pánico ya que tenía que empezar a buscar rápido o descubrirían que era la famosa idol Jihyo de Twice y le podían hacer daño y eso sería muy malo, así que empezó a rebobinar pensando que lugar había visitado antes de la tienda de artículos electrónicos, siguió pensando a la vez que empezaba a caminar velozmente esquivando personas cuando recibió una llamada de la persona que estaba tratando de encontrar.
-¿Sa-sana?-Contestó Jihyo con la voz rota.
-¡Jihyo! ¡Omo, estaba demasiado preocupada por ti! ¿Estás bien?-
-S-si, Sana, tengo miedo no sé donde estoy.-Dijo apunto de llorar.
-No llores corazón, ya voy a buscarte, dime que ves a tu alrededor.-
-Ehh, hay un edificio gigante como si estuviera lleno de espejos y al lado hay una tienda de Gudetama, Sana en serio ven rápido.-
-¡Diablos! Jihyo no tengo ni idea de cómo llegaste 3 cuadras más de de dónde estábamos, ya estoy en camino ¿Si? sólo quédate donde estás.-
-Sana, solo apresúrate, por favor.-
Sana empezó a trotar tratando de mantenerse serena mientras rogaba que no le hicieran nada a su querida bebé.
Al doblar la esquina pudo observar la tienda de Gudetama que le había mencionado la menor así que dedujo que Jihyo estaba relativamente cerca.
Siguió trotando hasta que en una banca divisó una figura encogida con los ojos cristalizados, aceleró el paso hasta llegar a Jihyo y la cargó entre sus brazos.
-¡Sana! Por favor no me vuelvas a dejar.- Murmuró Jihyo contra su pecho.
