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Minatozaki Sana es una reconocida geóloga y bióloga marina en todo el mundo, ahora ubicada en Tokio. Su tesis sobre las fosas marinas en el océano Pacífico y como afectaban las placas tectónicas y seres vivos en el mar, la hicieron una de las mujeres más respetadas y aclamadas de este siglo.
En uno de sus viajes de investigación, Sana encontró un ejemplar muy único. Una ballena que emitía ondas a 52 Hertz.
Algo extremadamente raro, las ballenas cantaban de 10 a 25 Hertz, nunca a tal rango. Entonces, Sana decidió incluir tal cosa en su teoría.
Tal vez la ballena había perdido su rumbo en un océano tan grande como lo era el Pácifico, y, si sus cálculos eran correctos, puede que la vibración de los barcos, hicieran que los sensibles receptores de sonido del ser se debilitaran, quedando incomunicada para encontrar a su familia.
Familia que puede estar ubicada en las fosas marinas aún desconocidas para la tecnología y el ser humano.
Y, saben, Sana se siente un poco como aquella ballena, se siente sola en tan inmenso océano, hablando bajo, intentando gritar y ser escuchada.
Porque puede que la teoría Minatozaki sea muy conocida. ¿Pero, cuando la aplicarán los sistemas de emergencia y meteorología? ¿Cuando dejarán de contaminar el medio ambiente marino inconscientemente?
Es amargo, la manera en que Sana ha recibido premios y reconocimientos a lo largo de dos años, sin siquiera ver una pizca de movimiento a causa de su teoría. Así que, decide retirarse, un tiempo, claro. Decide cerrar los libros por un tiempo y aclarar sus ideas para ser mejor en la siguiente teoría.
Por lo que se muda a California, la ciudad donde todos triunfan, ¿No es así?
Compró una pequeña casa en Malibú, justo enfrente de la playa, admirando el oleaje en cada despertar y en cada atardecer.
Su corazón se estruja levemente al recordar como su madre jamás apoyo su sueño, y murió sosteniendo el pensamiento de que moriría de hambre si quería cuidar peces como profesión.
Todos dicen, ¡Pero si te has convertido en toda una leyenda mundial!
¡Sí, bien, soy una leyenda, pero nadie permanece a mi lado diciéndome lo orgulloso que está de mi y de todo lo que he logrado!
¿Puede una isla solitaria como Sana brillar en el exterior?
Y no está segura, pero espera que su mensaje llegué a cada rincón del mañana. El mundo no sabe la tristeza sur reina en su corazón.
Entonces, llega una persona que quiere salvar a la especie en extinción de Sana.
Park Jihyo es una surfista que monta las olas de Malibú con gran destreza, le encanta sentir el agua helada en su piel erizando cada vello de su cuerpo, contrastando con la maravillosa luz del sol que tuesta su piel con delicadeza.
