Dahyun da fuertes resoplidos mientras sale furiosa de la habitación escuchando los llamados de Tzuyu.
Esa no es su chica, no es su ángel, no es su bebé.
Su estómago duele de una manera inconmesurable y lo único que espera es no vomitar ante la imagen que se repite en su cabeza una, y otra, y otra vez.
Y... no puede creerlo, simplemente no puede. Es tan impactante que no logra aceptar que fue engañada, por Tzuyu, por su chiquita.
Cuando Dahyun llega a su antiguo apartamento, se desploma en el sofá, para enterrar su rostro entre sus brazos y levantarse sólo a voltear la pequeña mesa que tiene frente suyo. Dejó salir un sonido de agotamiento, y se extrañó al escuchar la puerta ser tocada.
"Seguramente debe ser Jaehyun, el casero." Piensa.
Ojalá hubiera sido Jaehyun, porque la persona que se encontraba en su vista era una empapada Tzuyu a la que le castañeaban los dientes y estaba casi tan pálida como la misma Dahyun.
Y es que le podría haber sido infiel, pero eso no era excusa para dejarle afuera temblando.
—Pasa.—Indicó la mayor, con una dureza y rusticidad no muy característica de ella.
Tzuyu pasó con la cabeza gacha, arrepintiéndose de hacer lo que había hecho al momento de mirar la sala de aquel cómodo hogar. Los recuerdos de la peliverde y ella jugando cartas, tomando té, besándose, todos y cada uno flotando en su cabeza.
—¿Y, qué haces aquí?—La coreana la había sacado de sus pensamientos.
—Y-yo venía a-...—Dahyun la interrumpió.
—¿A pedir perdón, Tzuyu? Porque si es así, pierdes tu tiempo.—La mayor miró con incredulidad hacia la taiwanesa y soltó un suspiro, Taiwanesa que sintió algo más que culpa al escuchar su nombre propio, no más "Cariño", no más
"Chewy".—Lo que sucede es, que no puedo creer, no puedo asimilar, que me hayas engañado. Ni siquiera se me pasó por la mente. ¿Cuántas veces?—Tzuyu la observó sin comprender.—¿Q-qué?
—¿Cuántas veces me engañaste con Momo, Tzuyu?—La coreana cerró sus ojos, en expectante dolor de la respuesta.
—Sólo dos.—Dahyun se se sentía avergonzada de sí misma.—Y-yo no sé p-porque hice eso, yo...—Su voz había disminuido—Yo no... Perdóname, Dahyun unnie, aunque sea inútil, ¿P-puedo explicarte?
—No, Tzuyu. Ni siquiera quiero escuchar tu versión—La ácida incredulidad y decepción se sentían en el tono con el que hablaba.—Lo único, escúchame bien, lo único que me afecta de todo este asunto, Tzuyu. Es que me hayas dicho que "No eres como las demás Dahyunie" y yo me lo haya creído, así que con la poca dignidad que me queda, te pido que te vayas de mi apartamento.
—Pero...—Tzuyu intentó una vez más.
—¡Vete!
La mayor temblaba de impotencia, furia y agobio, y, mientras sentía las lágrimas bajar por su rostro, se deslizó por la puerta una vez ida la chica menor, dejando fluir cada sentimiento por sus poros.
Una mínima parte de Dahyun quiere buscar a la menor, abrazarla para que deje de temblar, pero es la mayoría de la mujer que dice que la deje salir de su vida. Y decide hacerle caso a su sentido común.
Decide dejar ir a su pequeña gigante.
Decide volver a la monótona rutina de la vida en la capital.
Decide volver al hábito de golpear cosas cuando está molesta.
Decide dejar ir al rayito de sol de su vida.Pero Dahyun ni siquiera le dejó explicar. Porque puede, en una mínima posibilidad, que Tzuyu ni siquiera estuviera en sus cabales.
Y Dahyun ni siquiera se dio cuenta.
HOLIS ESPECIALES A SamoQueen2 Por comentar el Datzuu.
Espero y les haya gustado, trululus.
EN LO PERSONAL, A MI ME ENCANTÓ MORCHIIIIS.
Nos leemos en el siguiente capítulo del Cactus de Sasabunten.¡°Princess Saboten°!
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☼Tweaisu; drabbles & one shots//COMPLETADA.
Fanfic❝Donde la Princesa Saboten hace historias cortas con su imaginación y las chicas de Twice hacen de protagonistas❞ ©-sabotenfangirl23-