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El gris día que se posaba sobre Seúl era agobiante. Autos grises, edificios grises, lluvia gris. La monocromía afectaba a alguien tan positiva como Jihyo.
Park Jihyo, mejor conocida bajo el seudónimo de JiJi Park, famosa por sus novelas policíacas.
Dejó escapar un suspiro de frustración al notar como el bloc de notas sobre su escritorios estaba lleno de borrones por su elección de palabras en la nueva historia que lleva horas intentando completar.
Mientras escucha los truenos afuera del gran ventanal que ocupa la sala del dormitorio, el sonido del reloj contando los segundos sólo la hace desesperarse más, desvía sus ojos hasta la taza que suponía estaría llena de té. Sin embargo, está tan vacía como su frágil corazón.
Jihyo jamás ha tenido la oportunidad de sentir el verdadero amor de una persona en forma de pareja. Su estricto carácter hacia sí misma sólo le permitió superarse para alcanzar sus metas; pero ahora mirenla.
Sola, en un apartamento del sector de Gangnam, con una fortuna bajo su mando y un corazón con un interruptor de encendido esperando ser activado.
Es bastante irónico, la verdad. Si observaras la manera en la que Park relata el amor en sus libros creerías que tuvo una pasión desenfrenada en algún punto de su cortos 26 años.
¡Pero no le ha sucedido, y el simple hecho de siquiera pensarlo le hace sentir miserable!
Pero, cada lienzo tiene un pintor que les espera con la mayor de las ansias para convertirlos en obras maestras.
Y la artista de Jihyo se llama Im Nayeon.
Im Nayeon, Presidente Ejecutiva de Nab's Inc. Empresa de cosméticos más grande de Corea del Sur, con sucursales en Tokio, Budapest y Roma, llegando a ser una de las industrias más destacadas en cuanto al maquillaje.
Y es que en toda su vida, Jihyo jamás imaginó conocer a alguien de tal manera.
Porque, vamos, no es normal que Jihyo conozca a una pretendiente mientras peleaba por el último Cactus de la floristería con la misma
Por el otro lado, Nayeon sólo pudo abrir su boca en asombro por tal belleza en frente suyo.
Pero, volviendo a la desdicha de la pelivioleta en un día lluvioso como este, de verdad, no entiende que pasa.
Decide ir a dar un paseo para ordenar sus ideas, colocándose un desgastado suéter blanco que le queda gigante (porque es de su hermano mayor, Jin, y el tipo mide como metro ochenta mientras ella a duras penas llega al metro sesenta y uno) para proceder a tomar su paraguas y salir de su refinado apartamento.
Mientras observa la tenue tarde de Gangnam, Jihyo piensa en todas las lindas acciones que Nayeon hizo luego de presentarse con una sonrisa de conejito encantadora y regalarle el Cactus que originalmente sería pagado por ella.
Jihyo la miró a través de sus tupidas pestañas y batió múltiples veces estas en asombro, sintiendo el rubor subiendo hasta sus mejillas cuando la mujer contrario dejó la tienda guiñándole un ojo.
Después siguieron más regalos, como el jean Saint Laurent que lleva puesto ahora mismo junto a la correa Louis Vuitton que deseaba hace meses, no sabe como Nayeon supo eso, pero el detalle le marcó el alma cuando fue personalmente a entregarle tal cinturón.
Suspiró, causando que se formara una pequeñita nube de vapor visible a unos centímetros de sus labios.
Nayeon corría desde el edificio de la pelivioleta según las indicaciones del vigilante, hoy sería el día que por fin tendría el valor pedirle una cita a esa pequeña chica que la volvió loca con esa sonrisita tímida que hizo que sus ojos desaparecieran.
Justo cuando la mayor tenía a unos pasos el cabello violeta, Jihyo se asustó al oír pisadas detrás de ella, y, por consecuencia, comenzó a correr; cerrando el paraguas ahora innecesario ya que no llovía más.
Nayeon sólo apresuró el paso, y Jihyo, aterrada, hizo lo mismo.
La coreana de cabello castaño jura que nunca ha corrido o perseguido a una chica tanto en su vida como lo ha estado haciendo con Jihyo, y se cansa.
Se cansa mientras exclama a Jihyo que deje de correr, y justo cuando Jihyo detiene su paso, comienza a llover sin piedad.
Se están empapando, y la menor cree que esta es una buena escena para un libro o drama, Nayeon se ve a la lejanía respirando a bocanadas entre la lluvia recuperando el oxígeno perdido.
—¡Jihyo, por favor, deja de correr!—Grita la Presidente Ejecutiva.
Y ahí, Jihyo lo entiende, entiende que ha estado huyendo del amor toda su vida, ha estado escapando de él.
La chica con suéter blanco se acerca hasta la más alta y no dice nada, se queda en silencio, escuchando el repiqueteo de las gotas de lluvia caer sobre su abrigo.
—Por favor Jihyo, deja de huir. De correr la vista cuando te veo, de bajar la cabeza cuando te hago saber la verdad sobre tu belleza, deja de escapar de mí—Nayeon toma la pequeña y delicada mano de Jihyo y la posa sobre su pecho, justo encima de su latiente corazón.—De verdad, te juro que jamás he peleado tanto porque alguien salga conmigo.
—Y-yo, estoy cansada, Nayeon. Estoy agotada de sentir el miedo a que mi corazón termine hecho trizas, estoy miserablemente extenuada de estar sola. Pero jamás he permitido que una persona entre de tal manera en mi vida, porque siempre estuve yo por delante.—Explica.
—Entonces, apóyate en mí, Jihyo. Deja que todo el cansancio que sientes se recargue en mis hombro. Y orgullosamente, haré que dejes de huir.
Nayeon tomó el suave rostro de la menor entre sus manos, y con la mayor calma del mundo, atrapó sus labios entre los suyos. Sintiendo el dulce sabor a naranja que se posaba en su boca.
Y así, Nayeon hizo que Jihyo dejara de correr.
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HOLA MI GENTE BELLA Y BONITAAAAAA ¿cómo están, sé que los abandoné feo sorry, pERO AQUÍ ESTOY, CON DOBLE SHIPP DE JIHYO PORQUE ES MI BIAS Y PORQUE P U E D O. Saben que canciones son taaaan bonitas que provoca escucharlas todos los días Rain y Whalien 52 de BTS, las aDORO.
