Nervous (NoHyuck)

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Era su canción que sonaba de fondo una y otra vez mientras se fundía con el mundo tan tempestuoso y oscuro que lo llenaba de una sensación de libertad vertiginosa.

Y se sentía mareado y mortalmente atraído por ese par de ojos que parpadeaban a cámara lenta solo para él, por los labios que le sonreían mientras no paraban de soltar susurros secretos y lo llevaba a imaginar escenarios paradójicos. Sabía que era el chico guapo y aburrido que no podía llamar la atención por mucho tiempo, una vela encendida que se iba derritiendo por el fuego de sus propios deseos secretos.

"Jeno, eres demasiado guapo" dijo DongHyuck mientras no quitaba su mirada del rostro del pelinegro.

El nombrado solo sonrió, absteniéndose de decir nada y guardando todas esas palabras que en su mente flotaban como fantasmas, rogando por ser libres. El moreno continuó hablando mientras las personas se movían de aquí para allá en el club lleno de música.

"¿Te parece?" su rostro confundido hizo reír a DongHyuck que lo tomó por la mano y lo guió hacia la multitud. Podía ver su cuello esbelto, ese cabello rojo llamativo, su silueta brillando bajo las docenas de luces neón encendidas en el club y sentir el calor que emanaba su mano que lo sujetaba con mucha seguridad.

Llegaron al centro y el moreno se volteó, colocó sus manos sobre sus hombros y se pegó hasta que el espacio personal dejó de existir, con sus ojos diciendo bésame, bésame por favor, tócame, háblame.

Brillaba como el sol, o algún otro astro incluso más brillante que aun no hubiese sido descubierto por el hombre.

"Puedo ver qué quieres decir algo, pero no comprendo por qué no lo haces" la mano de DongHyuck tocó su nuca y los cabellos ligeramente largos que tenía, acariciándolos con mucho cariño mientras le sonreía como siempre que hacía cuando deseaba saber más... muchísimo más.

"No puedo decirlo, perdón" respondió cuando la canción cambió y el moreno sonrió.

"El chico que se cree aburrido es mucho más interesante que todos esos creídos universitarios" las manos del moreno bajaron y abrazaron la cintura de Jeno con cariño, colocando su cabeza sobre su pecho donde podía escuchar el corazón retumbando del nerviosismo. No era música lenta lo que bailaban, pero era la sinfonía de sus corazones la que guiaban el compás.

Jeno era el chico aburrido, correcto y aguafiestas. Él era el chico fácil, el que se bajaba los pantalones con cualquiera.

Pero todo eso era un susurro del viento, murmullos que alimentaban esas ansias de amar con libertad. Porque el chico aburrido que lo miraba desde el fondo de la clase era mucho más divertido que esos bufones del salón, le decía con los ojos lo que no decía con los labios. Y lo hacía sentir tan capaz de ser una bella flor, de ser tan frágil como le hacía sentir con un simple roce. Porque también sentía su corazón retumbando tan fuerte, ardiendo por un movimiento que le diese el indicio de que el interés era mutuo.

"Si te beso ahora ¿seré para ti lo que soy para los demás?" preguntó con el tono de voz moderado y aunque la música era alta, Jeno le comprendió porque él hablaba los silencios que nadie comprendía.

Negó.

Y espero por esos labios que habían pecado mucho se pegaran a los suyos, que le dieran un soplo de vida y le devolvieran el aliento que perdía cada vez que estaban juntos.

No se habían tocado sin ropa, pero habían hecho el amor con una simple mirada, si... ambos estaban tan completamente locos el uno por el otro.

Esos sentimientos nebulosos se transformaban como una bella mariposa saliendo de su capullo en un deseo más ardiente y básico. Más que un rostro bonito y una reputación nefasta.

Lemon CreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora