Bad Dream (#JUNTOS3)

Nosotros

Yo siempre te quiero.

Hasta cuando finges no quererme.
Hasta cuando no te dejas querer.

Escritos.

1

Génesis descansaba con la cabeza apoyada en el colchón. Hacía buen rato que Hans había operado a Thomas y él seguía sin despertar. Comenzaba a preocuparse pues no midió la anestesia.

A Minho y Newt también les quitaron los implantes. A ella le quitó la pequeña cápsula que Janson le implantó bajo el mentón. Un enorme alivio la inundó al saber que ese hombre ya no tenía control sobre ella.

Apoyo la cabeza en ambas manos, cubriendo su rostro. La frustración no la dejaba tranquila, Thomas no despertaba y con cada segundo se sentía más culpable.

No debí usar tanta anestesia.

Examinó el corte que tenía en las costillas y una parte del brazo. Los puntos se notaban con el más simple movimiento de su brazo.

-¿______? -descubrió su rostro lentamente al escuchar su nombre.

Thomas ya estaba despierto, lo que había pasado horas atrás llegó a su mente como un rayo y se alarmó al recordar haberla apuñalado.

-¿estas...?

-descuida. -lo tranquilizó. Lo toma por los hombros y vuelve a recostarlo-. Estoy bien, no me paso nada.

-te apuñale -replicó-. Casi te mató.

-pero no lo hiciste, ¡Mirame! Estoy entera y sin ningún rasguño.

-¿Cómo sabías que no...?

-¿Ibas a matarme? -terminó la pregunta por él-. Fácil. Jamás me harías daño... Y tienes mala puntería- agregó lo ultimo-, era más a la izquierda.

Por primera vez en mucho tiempo, rieron, una risa sincera. Thomas no recordó cuando fue que río por última vez. ______ se reía de Brenda, pero sólo eran risas forzadas, ninguna verdadera como la que se escuchaba en ese momento.

Aunque sea por unos segundos, volvieron a ser los mismos chicos de aquél Laberinto; ésos que su única preocupación era encontrar una salida y no ser descubiertos por Sarten cuando robaban su comida.

-¿Newt y Minho? ¿Dónde están?

-afuera, en la sala, sólo esperan a que les diga que despertaste -respondió. Apoyando su mentón en la palma de su mano. 

Se miraban a los ojos sin decir nada, no es hiciera falta. Él la admiraba a ella, tenía enfrente a la chica de la que se enamoro meses atrás, aquella que le robaba el aliento con un beso. Su primer amor. Ella observaba como era admirada por el chico que estaba acostado en ésa camilla. Había quedado muda, una parte en si le decía que tratara de hablar con él y explicarle lo sucedido en todo ese tiempo; otra le decía a gritos que no fuese tonta y cerrara la boca, Thomas odia a Cruel por mentirle toda su vida y por todos los acontecimientos pasados. ¿Por qué ella sería la excepción? Al final de cuentas le escribió una carta, no dejo bien en claro que la mataría; sin embargo, dio la idea.  

Thomas se pregunto por qué ellos sufrían tanto. Por un lado estaba agradecido con Cruel, no del modo que pensaban, si no fuera por ella jamás habría conocido a tan buenos amigos, no habría conocido a tan fantástica chica que ahora se encuentra sentado frente a ella. Por ese lado estaba agradecido, pero también los detestaba por separarlo de su madre, robarle sus recuerdos y sólo usarlo como conejillos de indias.