Bad Dream (#JUNTOS3)

Denver

La manera más cobarde de dejar de estar con alguien, es dejar de hablar sin darle una explicación, irte sin avisarle.

1

Génesis despertó con dolor de cabeza.  Los sucesos anteriores llegaron a su mente, de alguna forma Janson se las había arreglado para poder usar ese control remoto. Lo que sea que le hayan puesto en la cabeza, seguía funcionando aún a la distancia.

Newt y Minho dormían plácidamente.   Génesis buscó algo con que cubrirlo, estaba un poco fresco. Entró a una habitación con varios catres, sobre cada catre se encontraba una cobija perfectamente doblada. Tomó cuatro y volvió.

Se quitó los tacones para que sus pies pudieran descansar, prefería estar descalza a volver a usar esas cosas. Movió sus dedos, se paró de puntas y sobre sus talones. Era agradable esa sensación de libertad en sus pies. Tuvo cuidado de no despertar a su hermano, lo cubrió hasta el mentón, no pudo contenerse de acariciar su cabello.

《Ay, hermanito, envidio tanto que no puedas recordar nada. Si yo pudiera olvidar todo de nuevo, lo haría》pensó. 

Newt se removió, tomó la cobija y se cubrió hasta la cabeza. Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de ella, ver a si hermano así era la cosa más adorable de todas. Amaba a si hermano y por su bien -o al menos eso es lo que ella creía- tendría que alejarse de él. La desgracia la seguía a donde fuese.

Sus padres murieron; la separaron de su hermano; la chantagearon para que matara; supervisó la operación de sus amigos cuando les robaron sus recuerdos; sabía del plan de mandar a Thomas a las pruebas y no dijo nada; se envió a ella misma a las pruebas (con ayuda de Peter); por su culpa Peter también fue enviado. Todo eso, y muchas cosas más pasaron por su culpa. Sino hubiera ido a ese Laberinto Teresa seguiría viva y traicionando a todos como ella sabía; nunca le cayó bien Teresa, siempre estuvo con CRUEL y les fue fiel, más que un perro.

Al cubrir a Thomas se quedó mirando su rostro relajado, su pecho que subía y bajaba de una forma lenta y tranquila, escucho los leves ronquidos. Extrañaba estar entre sus brazos, escuchar los latidos de su corazón, oírlo hablar dormido, querer levantarse y que él la abrace más fuerte para que no se vaya.

Se pregunto qué diría Thomas si se enterara todo lo que ella hizo, ¿La seguiría queriendo? Su mayor miedo era perderlo, recibir su odio y que él sintiera repulsión hacia ella.

Fue a la cabina del piloto, necesitaba hablar con Jorge. Quería un con consejo. Él podía decirle como podría reaccionar Thomas si ella le contará la verdad.

-¿Podemos hablar?- tocó la puerta con los nudillos.

Jorge miró sobre su hombro. Sonrió de lado e hizo un gesto con la cabeza para que entrará. Se dejo caer sobre el asiento del copiloto con las piernas sobre el descansa brazos izquierdo.

-algo me dice que no vienes a declarar ti amor hacia mí- bromeó.

-no estoy para bromas, Jorge.- lo miro severamente. Paso sus manos por su cabello, quería llorar, lágrimas se acumularon en sus ojos.

-oye...- susurro.

Jorge cambió su semblante, se acercó a ella, poniéndose de cuclillas frente a ella.

Lloraba en silencio, sus hombros se movían frenéticamente por los sollozos que trataba de contener. Jorge conocía la historia; no quería hablar con ellos. Llegó a decirle que era una gran estupidez por su parte, pues ellos eran su familia y eso les haría daño a ambos.