—¡Ahí está!
El castaño desvió la vista de la pantalla de su celular para seguir lo que el menor le indicaba. Mientras el autobús avanzaba, la edificación que se alzaba frente a ellos parecía querer tragarlos. A pesar de que Johnny se sentía agobiado con el tamaño de su nueva universidad, Mark parecía bastante entusiasmado.
—No pareces muy feliz, John. —comentó el canadiense, frunciendo el ceño.
—No estoy acostumbrado. —el alfa suspiró y decidió guardar el celular en su bolsillo, mientras escuchaba al que consideraba su hermano menor parloteando de lo nervioso que estaba, de lo hermosos que podían llegar a ser algunos coreanos, y también de lo cerrada que podía ser su cultura.
En comparación con los americanos, los coreanos podían ser algo estrictos con su sociedad, especialmente ariscos con lo nuevo. Johnny temía, no por él, sino por Mark. El chico, por mucho que fuera un alfa fuerte y alegre, aún estaba sensible por el cambio tan grande. Si uno de esos coreanos asociales y neandertales llegaba a hacerle daño, Johnny de seguro les arrancaría la garganta de un mordisco.
En cuanto habían escogido a los que iban a ser transferidos, Johnny se alegró profundamente de que Mark Lee estuviese en la lista. Ambos se conocían desde jóvenes, a pesar de que el castaño era mayor por dos años. Mark había sido como el hermanito que Johnny nunca tuvo, y siempre estuvo allí para él, incluso durante su presentación.
Toda esa cuestión había empezado cuando la Universidad de Seúl comenzó a dar unas becas especiales para los diez mejores estudiantes de cada país. Esos diez estudiantes tenían la posibilidad de ejercer la carrera que ellos quisieran en la UDS sin pagar nada. El proyecto fue un éxito durante su primer año, y ahora, cerca de su segundo aniversario, otros diez habían sido escogidos como los privilegiados, habiendo personas de China, Tailandia y América. Incluso de Australia.
—Hey, bro. —un chico pequeño y con cabello grisáceo se alzó en el asiento de adelante, sonriendo abiertamente hacia el par de nativos—. ¿Nerviosos por las clases?
Se trataba de un beta tailandés amigable y extrovertido con nombre impronunciable, pero todos en el grupo le decían Ten por el tatuaje que adornaba su antebrazo derecho. Se había hecho amigo de Johnny y de Mark desde hacía unas semanas atrás, cuando los transferidos habían empezado con la consignación de documentos y el curso de inducción a la plataforma universitaria coreana. Ten sabía inglés por lo que no se le hizo muy difícil hacerse amigo del par.
—Es sólo una universidad. —el alfa mayor esbozó una sonrisita socarrona, a pesar de no estar muy confiado en sus palabras—. Podemos con ello.
El tailandés silbó sorprendido.
—Parece que John tiene bastante ego. —su sonrisa se agrandó—. Siento que seré el próximo objetivo de bullying y voy a ser la figura ejemplar en una campaña contra el acoso escolar.
Mark soltó una carcajada.
—Si hablamos de autoestima...
El autobús se detuvo abruptamente, agitando a todos los estudiantes. Ten se sostuvo del respaldo del asiento para no caerse y Johnny tuvo que pegar las manos al vidrio para evitar romper el cristal con la nariz. O romperse la nariz con el vidrio. Lo que pasara primero.
Una señora con cabello negro se subió al vehículo, sosteniendo una carpeta negra entre sus manos. Sus rasgos la marcaban como coreana, su suave olor a leche y peras la marcaban como omega.
—¡Bienvenidos a la Universidad de Seúl, jóvenes! —esbozó una sonrisa brillante—. Soy la doctora Bae JooHyun, especializada en enfermedades mentales y voy a ser su representante durante el día de hoy. —sus rasgos pasaron de la calidez a la picardía—. No se crean que por ser mayores de edad no van a necesitar ayuda, muchachitos. La Universidad es enorme, y la directiva quiere evitarse problemas, así que andando.
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Bitter. [JohnIl] [CANCELADA]
أدب الهواة❝Donde Johnny, el estudiante de intercambio, se enamora loca y profundamente del chico amargado de su nueva universidad❞.