Capítulo 12

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Máximo no dejó de pensar en ese viaje, estaría todo el fin de semana con Dani, y eso significaba poder conocerla más, preguntarle tantas cosas que quería saber de ella, ansiaba a esa mujer, era la primera vez que se sentía así, se sentía hasta nervioso, deseoso de acercarse a ella.

Había dispuesto todo para aprovechar los tres días en Santa Mónica, el evento era sábado y domingo, viajarían el viernes temprano para sumar un día más y tener tiempo a solas, sin trabajo de por medio.

En su departamento había ordenado su equipaje y sonrió pensando en lo que le esperaba ese fin de semana. Sería decisivo para saber quién era Dani realmente y qué esperar de lo que estaba sintiendo, darse cuenta si esa sensación de querer tenerla cerca a todo momento era lo que tanto había evitado en su vida, el amor.

Por la mañana temprano, se subió a su BMW y pasó por casa de Dani a recogerla. Al llegar, Dani abrió la puerta y él  saludó sonriendo, tomó su equipaje para cargarlo en el coche. Dani no podía dejar de mirarlo, llevaba unos jeans desgastados, zapatillas y una camisa con el cuello abierto y arremangada hasta los codos como le gustaba llevarla, dejando ver sus manos y brazos. Se obligó a si misma a mirar por la ventanilla todo el viaje y concentrarse en los paisajes, estaba nerviosa y no quería que él lo percibiera.

Notó que ella estaba callada y concentrada en la carretera y el paisaje, no sabía que decir para poder hablar de algo que no sea del contrato, la oficina, el trabajo.

— ¿Conoces Santa Mónica? ¿Has estado allí?

—La verdad no, es la primera vez que voy. Sí he visto fotografías pero nunca tuve oportunidad de ir, la idea de conocer me encanta.

—La playa es bellísima, las palmeras y la sensación de la arena en los pies es hermosa. —Dani sonrió imaginando lo que tenía por delante. Y siguió mirando por la ventana del coche. —¿No viajas mucho?

—No, no tuve muchas oportunidades,  tía Clara debía trabajar y con todos los gastos apenas nos alcanzaba para vivir moderadamente y ahorrar algo para la universidad, ese siempre fue su objetivo, que estudiara. Así eran nuestros años, y cuando ingresé a la universidad, en las vacaciones tomaba trabajos de medio tiempo para juntar dinero para ayudarle. —Máximo la escuchaba atentamente pensando en su vida y en tantos viajes que hizo desde pequeño, prácticamente conocía toda Europa y parte de Asia, tantos  lugares que apenas recordaba.

—Discúlpame que te pregunte, tal vez no quieras compartirlo pero ¿qué sucedió con tus padres? ¿Por qué vives con Clara?

—Mis padres murieron cuando era pequeña. Tenía diez años. Clara me ha cuidado desde entonces, es como una madre para mí.

— ¿Cómo murieron?

—Un accidente en automóvil. Volvían a casa después del trabajo y sucedió. —Máximo desvió su mirada de la carretera brevemente hacia ella y sintió unas ganas intensas de tomar su mano.

—Lo siento mucho.

—No te preocupes, ha pasado mucho tiempo ya. A veces cierro los ojos y lo único que encuentro en mi mente son recuerdos de sensaciones, momentos alegres, palabras, pero no recuerdo sus rostros. Sólo cuando veo sus retratos puedo colocar sus caras en cada uno de mis pensamientos. —Dani lo miro un segundo. —Dios lo quiso así, y aunque a veces me pregunto cómo hubiera sido crecer con ellos, sé que fue lo mejor, y sé que aunque no lo entienda ahora, lo haré más adelante.

— ¿Cómo puedes pensar eso? ¿Cómo puedes pensar que sea agradable la pérdida de tus padres? —él la miró nuevamente incrédulo.

—La voluntad de Dios es agradable y perfecta. Y estoy convencida que fue lo mejor para ellos y para mí. Tal vez los libró de algún sufrimiento peor, tal vez Clara necesitaba tenerme a su lado... no lo sé, pero sé y estoy convencida que estaré con ellos nuevamente algún día. "Cada momento fue diseñado antes...

Todo Fue Diseñado Antes que un Sólo Día PasaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora