Pocos minutos después en la oscuridad, alguien golpeo la puerta, abrió y ahí estaba de nuevo mirándola sonriente.
—Estas invitada a cenar. ¿Treinta minutos serán suficientes?—Dani miró el reloj.
—Si no tengo opción....
—No la tienes Martin.
A los treinta minutos, Máximo llamó a la puerta nuevamente y luego de unos segundos, Dani abrió. Estaba hermosa, llevaba un vestido rojo con los hombros al descubierto, el cabello suelto que caía sobre sus hombros y espalda con unas suaves ondas. La admiró unos segundos con el corazón exaltado.
—Estás muy hermosa. —tomó su mano haciendo que diera una vuelta.
—Muchas gracias. Tú también estás muy guapo. —sonrió con timidez.
— Ah bueno, gracias... — se acomodó el cuello de la camisa bromeando, Dani sonrió mordiendo ligeramente su labio inferior y poniendo los ojos en blanco.
Fueron a un hermoso restaurante al lado de la playa, era pequeño pero muy exclusivo y elegante.
Las mesas estaban vestidas con manteles azul profundo y sobre el mismo un camino color champagne muy claro. Sobre cada una había un arreglo floral. Las luces eran tenues y tenía una vista preciosa del mar y las olas, que golpeaban sobre la arena muy cerca. La música se escuchaba suave.
— ¿Quieres pedir algo especial?— ella miró la carta.
—Me da pena decirlo, pero no conozco nada de lo que está escrito aquí.
—Dani, te dije que nunca tengas vergüenza conmigo. Si quieres pido por los dos. Te va a encantar.
—Muchas gracias. —dijo esperando que no se diera cuenta como esas palabras tan tiernas le estrujaban el corazón.
Máximo pidió filete de Buey, salsa porto, gratén, piquillos, mostaza verde y un vino exclusivo Cabernet Sauvignon.
—Será delicioso. —Volvió a sonreírse.
—Gracias. Eso espero porque el agua me ha dado mucha hambre. —tocó su vientre con la mano. —Por lo que veo, has viajado mucho. Conoces muchas cosas...
—Sí, toda mi vida. Cuando era pequeño mi madre una vez al año prácticamente obligaba a mi padre a que se tomara unas cortas vacaciones en familia. Luego, cuando mi madre murió, me mudé a Europa y estudié allí, lo que me dio oportunidad de conocer mucho, luego estudié en Londres y con Marianne viajábamos mucho, conocimos prácticamente toda Europa y algunos lugares de Asia. Apenas podía me escapaba hacia algún destino incierto. —Dani notó un dejo de tristeza en su mirada.
—Ah, debe ser muy hermoso compartir el gusto de viajar con la pareja. —Máximo frunció el ceño sin entender a qué se refería.
— ¿Marianne? —preguntó sonriendo. Dani asintió con la mirada. —Sí, me encanta viajar con mi pareja de 74 años. — Ella lo miró y abrió los ojos por lo que Máximo echo a reír con esa carcajada que a Dani conmovía intensamente. —Marianne es mi nana.
—Perdón, no lo sabía...
—Ella es como mi madre, está conmigo desde siempre, desde que recuerdo. Ha estado en los momentos duros y en los momentos exitosos. La amo realmente y ella a mí.
—Qué linda relación. Es muy tierno que ella te acompañe y apoye en todo. — él asintió con la cabeza mientras bebía un poco de vino. — ¿Pero qué sucedió con tu madre?—Máximo bajó la cabeza y miró hacia otro lado en silencio, pensando que debía decir, ella entendió que no quería contarle y que sea lo que sea le dolía demasiado.
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Todo Fue Diseñado Antes que un Sólo Día Pasara
RomanceROMANCE CRISTIANO COMPLETA Una mujer abandonada, un hombre que no puede dormir por las noches, dos vidas que Dios se ha empeñado en unir. Es el primer libro que escribí, donde se mezcla el romance y la obra de Dios. Te invito a leerla y a disfrutarl...