Prólogo.

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El mundo está totalmente podrido.

La población aumenta con el paso de las horas, y la taza de mortalidad es cada vez menor debido a los medicamentos que el humano crea para generar esperanza.

Pero por qué tanta vida, para qué tantos años.

El aire que se respira está cada vez más contaminado. La comida que se ingiere está hecha por químicos; ya no hay naturaleza, ya no hay hielos en la Antártida, y ya se terminaron todos los recursos naturales que solía dar el subsuelo. Ya no hay campos, ya no hay ríos, ya no hay lagos, y el mar se seca cada vez más rápido. Las lluvias pararon, el calor del sol se intensificó, y el clima ya no tiene orden.

O mejor dicho, los humanos ya no tienen orden. Pero Kate Argent deseaba poner ese orden faltante.

Una mujer con un título de científica, y con reconocimientos en el estudio de la medicina; obligada a trabajar en una enorme empresa llamada "Fundación Argent", ubicada en Nueva York. Se disponía a seguir con su legado familiar para crear los medicamentos necesarios y así poder mantener a la supervivencia humana en una estabilidad favorable.

Sin embargo, Kate no estaba satisfecha con su trabajo.

Ella quería hacer algo mejor que medicamentos. Quería darle equilibrio al mundo, quería crear algo innovador; algo que pareciera una broma pero que resultara ser una realidad.

Quería acabar con la humanidad de una manera simple: iba a crear una sustancia química que afectara al organismo humano y lo obligara a mutar, a ser superior.

¿Cómo iba a acabar con la humanidad, si les iba a otorgar la habilidad de mutar?

Su idea era simple. Aquella sustancia que crearía tendría que ser compatible con el humano al que se le inyectaría. Si no lo era, el humano moriría.

– ¿Mezclar células madre de humanos, con células de lobos? ¿Para qué? – cuestionó Malia, la compañera de Kate.

Ambas chicas se encontraban en uno de los tantos laboratorios que habían en el edificio de la Fundación Argent. Eran cerca de las once de la noche, y por eso mismo el edificio estaba casi vacío.

– ¿No lo entiendes? Si fusionamos las células en una sóla sangre...podremos tener las habilidades de un lobo – expresó Kate, tan emocionada como un niño hablando de cohetes.

– Es una idea estúpida, Kate – negó Malia, levantándose de su asiento.

Sus zapatos de tacón hicieron eco en el laboratorio al tocar el piso blanco del lugar.

– ¡No es estúpida! – Kate también se levantó –. Sólo piénsalo...tú y yo, teniendo las habilidades de un lobo, teniendo olfato, fuerza, oído – suspiró aún emocionada –. Estaríamos conectadas a la naturaleza...

Malia negó con la cabeza y caminó hacia la salida del laboratorio, decidida a irse. Pero antes, miró hacia Kate para decirle:

– Ve a casa y duerme, sólo así se te apagan esas ideas descabelladas – y salió del laboratorio sin esperar respuesta.

A Kate no se le apagó la emoción. De hecho, ni siquiera le hizo caso al comentario de su compañera.
Al contrario, Kate se quedó en el laboratorio e insistió en echar a andar su idea.

ElCuervoPodrido ❤️

BITE -Sterek-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora