CAPITULO TRES: SIGUE EL PATRÒN

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Jueves  25 de mayo

Hasta el momento lo único que he sabido de Thomas, es NADA, no esta en la ciudad, ha viajado ve tu a saber a donde con su noviecita, y es que eso me desmoraliza, porque seamos francos, ¿que puedo hacer yo contra eso?, han pasado tantos años, y es que ahora recién recapacito,¿Qué esperaba? ¿Encontrarlo deshojando margaritas pensando en mi? Que tonta he sido, no hay forma que yo me meta en esa relación, y si él ha seguido con su vida, no puedo entrometerme así porque sí, y aun así si el me quisiera, no puedo romper una relación. He sido tan idiota buscando una oportunidad cuando ya no la tengo, y es que las cosas son así, la vida real es así, cuando tienes una oportunidad debes cogerla con fuerza, con uñas y dientes y no desaprovecharla, más aún si lo amas, y yo, fui una maldita y estùpida cobarde, mas vale que me vaya olvidando de él….Aunque no estaría mal llamar a Daniel, quizás podamos ser amigos, quizás pueda conseguir coincidir con Thomas y …y que…y nada, ¿que más podría hacer? ¿volver a su vida? A costa de que…

Sí, estoy deprimida, y desmoralizada, no veo otra solución que no sea esperar que termine con su novia…¿tan rápido me olvidó? ¿Cómo le fue tan fácil salir con otra? Yo no pude lograrlo…¿pero que esperaba? Nunca le conteste un mensaje, era lógico que me olvidara. Yo misma me lo busqué.

Viernes 26 de mayo

Ayer  cometí una locura mayúscula, ha pasado una semana desde el encuentro que tuve con Daniel, tenía aún su teléfono en mi chaqueta, chaqueta que no he lavado, por lo que supuse que aún estaba su tarjeta allí, corrí al armario y la busqué como loca, osea como sólo yo puedo hacerlo, y sí la encontré estaba allí.

Marqué el número  y mientras esperaba que conteste la llamada, recordé que yo no le había dado mi nombre….como rayos iba a saber quien era yo, estaba a punto de colgar cuando.

-Hola? – preguntó una vos rasposa del otro lado…sentía que llamaba a una línea hot.

-Hmmm- me aclaré la garganta- hola soy Laura mmm..., me diste tu tarjeta hace una semana….no se si me recuerdas, chocamos en el estudio y …- pensaba seguir balbuceando mientras describía la situación.

-Claro que se quien eres….crees acaso que ando repartiendo mi número personal a todas las mujeres hermosas que se cruzan en mi camino?- me dijo al parecer sonriendo.

-Puede ser???- le dije también con una sonrisa boba en los labios, y sí estaba coqueteando.

-Mmm... que mal concepto tienes de mi…

-A decir verdad no tengo ningún concepto de ti.

-A no?- dijo sorprendido- como puede ser eso posible.

-Es una larga historia.- le dije- si tienes tiempo…

-Para el café?- completó mi frase.-Me encantaría escuchar esa larga historia…y te confieso que estaba esperando ansioso tu llamada, es mas pensaba ir mañana al estudio a buscarte.

-No exageres…se que suelo causar ese efecto.-le dije bromeando, y es que era tan fácil hablar así con él, su voz era una invitación a seguirle el juego.

-Claro que sí.- me dijo probablemente sonriendo.

Nos encontramos en Lou Mitchell’s restaurante, hoy por la noche para cenar juntos, yo estaba algo nerviosa, pensaba que tal ves él no iría, no sabía que ponerme ni que decir, me estaba aventurando a una cita sin salvavidas, pero ya estaba hecho. Cuando lo vi estaba mirándome con esa sonrisa cautivadora, que hizo que salga lo más patoso de mi e hiciera que me golpeara con una mesa que juro se puso en mi camino. Levanté la mirada bastante nerviosa y avergonzada, para verlo sonriendo obviamente por lo gracioso de mi situación.

ASI PASA CUANDO SUCEDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora