CAPITULO TRES: EL RÍO NUESTRO TESTIGO

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Sábado 24 de Junio

Las investigaciones, aún seguían, tenían una fuerte teoría de que Emilie había sido asesinada, la habían asfixiado, pues mostraba signos de lucha, y moretones en los hombros por la presión ejercida sobre ella, no se me ocurre quien podría haberla querido matar, es decir, ella le caía súper bien a todo el mundo, me parece realmente algo imposible, siempre fue tan genial, bueno salvo por lo que pasó ese día podría decirse que tenía la moral relajada.

Nos habían llamado a declarar nuevamente, querían comparar las versiones, ver si cambiábamos algo, esto me tenía harta, nerviosa, paranoica, no era bueno para Thomas ni para mí, pero estábamos tratando de sobrellevarlo de la mejor manera.

Por su parte Daniel brillaba por su ausencia, según Thomas tenía grabaciones y había pedido permiso para viajar, el proyecto de Thomas se vio paralizado, se vio obligado a dejar la película que estaba rodando, eso lo deprimió mucho, pues tenía muchas expectativas.

Así que por este motivo, le pedí a nuestros abogados, pues llevaban nuestro caso, que pidan un permiso para salir de viaje con Thomas un fin de semana, no saldríamos del país, pero había oído hablar del Lago Michigan, así que sin que Thomas lo supiera reservé una cabaña en The Horseshoe Lake Campground, no conocía el lugar y esperaba que fuera todo lo que dice ser en internet.

Cuando le comenté esto a Thomas, con permiso en mano, lo aceptó de buena gana, pues aceptó que él también estaba harto de todo este problema, y que deseaba más que nada alejarse del lugar, de los periódicos, paparazis, y demás que le recuerden, lo que nos está pasando.

Debíamos salir en la madrugada, si queríamos evitar ser perseguidos, como es obvio, registré a Thomas con su segundo nombre y segundo apellido, para evitar escándalos en aquel lugar.

Eran aproximadamente las cuatro de la madrugada, cuando nos levantamos, ya teníamos nuestros bolsos listos, con lo necesario para estar allá cuatro largos días, hay que rescatar lo fantástico de no trabajar, es que disponemos de tiempo libre para hacer esto, no es muy difícil acostumbrarse.

-El lugar es bellísimo- le dije cuando ya estábamos aparentemente cerca al campamento, nos había tomado un poco más de dos horas llegar-¿Habías venido antes?- le pregunté mientras admiraba el lugar.

-No, nunca….escogiste bien- me dijo, dejando ver la hilera de sus dientes, aquello me alegraba demasiado, verlo feliz me hacía feliz.

Una vez que nos instalamos en nuestra cabaña, que aunque por fuera se veía muy normal, por dentro tenía todas las comodidades para pasarlo tranquilo y sin percances, debíamos salir nuevamente, pues no habíamos tomado la precaución de comprar provisiones, para pasar los días, lo bueno que a 20 minutos del campamento pasamos por un pueblo, así que regresamos, esta vez, cuidando  ambos de no ser reconocidos, colocándonos gorras y lentes, entramos a una cafetería, y pedimos algo ligero, por suerte todo transcurrió tranquilamente y sin percances.

Luego del desayuno, fuimos a un pequeño almacén, aunque pequeño muy bien surtido, compramos, lo necesario para dos días, entre frutas, verduras, galletas, leche, también golosinas y helados, y para evitar tanto trabajo, latas de comida.

Al parecer ya teníamos todo casi listo, pagamos nuestras compras, y regresamos a nuestro pequeño nido de amor temporal.

Estaba empezando el verano, así que habíamos venido en una muy buena época, apenas acomodamos todo en la alacena y el refrigerador, decidimos salir al lago para disfrutar del sol y del agua, nos colocamos el bloqueador y repelente, íbamos a con botas de excursión, queríamos buscar un lugar solo para los dos, sin curiosos, ni mirones.

ASI PASA CUANDO SUCEDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora