La Luz en la Oscuridad [Remastered]

Capítulo 35: Last chance.

~Matthew~

– ¡Agarraos a algo! —Grita Katherine, girando el timón con violencia.

Apenas consigo sujetarme a la barandilla de la proa cuando veo que Jason no parece poder engancharse a nada. El barco se mueve violentamente y el Alfa pierde el equilibrio, golpeándose la cabeza contra la pared frente a él.

– ¡Jason! —Grito al mismo tiempo que Zack, corriendo hacia él.

Pero el hombre lobo es más rápido que yo, quien consigue evitar que su cabeza golpee el suelo después del duro golpe que se ha llevado. Zack lo llama una y otra vez, pero Jason no despierta.

– ¿¡Estáis todos bien!? ¡Me ha parecido ver una mina o algo en el agua!

– E-estamos bien. —Van diciendo todos, todavía con el susto encima.

– ¡Jason! —Vuelve a gritar Zack, llamando la atención de los demás, que se percatan del estado del Alfa.

– ¿¡Está bien!?

– ¡No lo sé! —Responde el hombre lobo, realmente preocupado— ¡Parece inconsciente y todavía respira, pero...! ¡Jason, despierta! ¡Jason!

Pero el Alfa sigue sin reaccionar. Y yo solamente puedo observar desde lejos, viendo como otro sostiene al amor de mi vida entre sus brazos. Porque está claro que a Zack también le gusta Jason y, tal vez, ambos tengan que vivir esta historia de amor de verano. Quizás, mi historia con Jason sí esté fundada sobre mi relación con Simon. Quizás, mi historia fuera con su tatara-tatara-tatarabuelo y no con él.

– Matthew, ¿estás bien? —Me pregunta Brady, haciéndome percatar de las lágrimas que caen de mis ojos.

– Eh... N-no lo sé... Ni siquiera sé por qué estoy llorando.

– Porque lo amas. Y porque otro chico también está enamorado de Jason. Y te duele. Y porque Jason lo besó y te ha confesado que le gusta.

– ¿Cómo...? Oh, claro, ahora sois...

– Me he acostado con Sofía. —Me confiesa, desviando su mirada para mirar a Chloe— Y se lo he contado a Chloe. Lo cual la ha hecho llorar, ¿sabes? Y eso me ha hecho llorar a mí. Porque lo último que quería era hacerle daño.

– ¿Está bien?

– Lo estará. Quizás sola... Quizás conmigo. Pero sé que lo estará. Le he dicho la verdad. Y ahora es ella quien tiene todas las respuestas que debe encontrar.

– ¿Qué le has dicho?

– Que la amo. Que le perdoné sus adulterios, pero que una parte de mí siempre tuvo la duda de que pudiera volverlo a hacer. Y el pensamiento de saber cómo se siente al engañar a tu pareja. Ahora sé mis respuestas: no lo haría jamás y me sentí como una mierda.

– Cómo debió sentirse ella al besar a Erik.

– Así es. Por eso creo que deberías decirle la verdad a Jason. —Me dice, mirándome a los ojos.

– Ya lo he hecho... Ya le he dicho que...

– No, Matthew. Le dijiste que lo amas, que quieres estar con él y que no piensas que sea un reemplazo de Simon. Pero esa no es la verdad. —Voy a responder, pero el rubio me interrumpe— No toda la verdad, Matthew.

– ¿Y cuál es toda la verdad?

– Que Simon forma parte de tu pasado. Que fue el primer hombre del que te enamoraste, pero que eso no quiere decir que sea el único. Que Jason es el amor de tu vida ahora y, quizás, desde que naciste hace casi trescientos años. Que, tal vez, la razón por la que fuiste convertido en vampiro es porque tu Alma Gemela todavía estaba por nacer, descendiendo directamente del hombre que lo hizo posible. Eso último es opcional, claro, pues no son más que asunciones.