La Luz en la Oscuridad [Remastered]

Capítulo 8: Unexpected kiss.

~Matthew~

Jason es aclamado por todos y lo cierto es que lo comprendo a la perfección. Es un gran surfista y eso que no surfea desde los doce años. Porque la verdad es que, a pesar de que su abuelo y él no tienen contacto desde que el padre de Jason falleciera la primera vez, a la edad de diez, los dos siguientes años continuaron yendo de vacaciones a Hawaii —tanto por petición de Jason padre como por convicción de Emma para hacer a su hijo feliz después de su pérdida—.

Vuelvo a la orilla y los chicos se acercan a mí para animarme por la derrota, aunque lo cierto es que estoy pensando en la camarera que tiene toda la intención de flirtear con Jason. Es cierto que él también está dispuesto a ello, pero me jode saber que la mujer va a alentarlo a que lo haga.

– Tranquilo, Matty. Ha estado muy reñido...

– No es eso... ¿Creéis que JJ volverá a amar a alguien? ¿O nuestra historia ha cerrado esa puerta para siempre?

– Creo que es posible que vuelva a ser como era. —Dice Chloe, sonriéndome— Todavía está herido por todo lo relacionado a vuestra despedida, pero en el fondo sigue siendo el mismo Jason de siempre.

– No sé, chicos... Se le ve tan cambiado. Pensé que convertime en un recuerdo para él era lo mejor para que pasase página, pero me da la sensación de que ya lo ha hecho y soy el único que sigue afectado por nuestra ruptura. Quizás, Jason jugador es Jason pasando página.

– No, lo dudo mucho. —Dice Brady, colocando su brazo sobre mi hombro— Las letras de las canciones que ha estado componiendo hasta ahora son letras de dolor y de tener el corazón roto, Matty. JJ no ha pasado página todavía. Además, estuvo toda la primera semana acurrucado en la cama, mirando vuestras fotos y...

– E intentando escaparse para vernos, lo sé. Yo también lo intenté, pero mi guardaespaldas siempre conseguía alcanzarme e impedirme marchar de Asheville. De hecho, todo el Clan se puso de acuerdo para vigilarme los primeros días, por si me volvía a enamorar de Jason y decidía irme de Asheville. Al fin y al cabo, me han declarado heredero. Pero no puedo volver a enamorarme de alguien de quién ya lo estoy, obvio.

– ¿Tan duro es la vida en Asheville? —Me pregunta Mark, pidiéndome detalles sobre mi último mes.

Jason llega de repente y nos muestra un papel con una dirección y un mensaje que lo invitaba a ir esa misma noche, por lo que necesito salir de ahí y volver al agua para despejarme. Tras cabalgar algunas olas con el objetivo de relajarme, una chica con un bikini de lo más atractivo se acerca subida en su tabla.

– Hola, te he visto cabalgar y lo haces muy bien...

– Gracias, tú también, me he fijado en tus trucos. ¿Cómo te llamas?

– Alexandra, pero todos me llaman Alex.

– Yo soy Matthew, encantado. Ese acento es británico, ¿cierto?

– Sí, aunque veo que tú lo has estado perdiendo... Estoy aquí de vacaciones. ¿Tú también vienes de Londres?

– No, nací y crecí allí, pero hace años que vivo en Estados Unidos. Yo también vengo de vacaciones, qué casualidad.

– No creo en las casualidades...

La muchacha se acerca a mí, dispuesta a ligar conmigo. Al darme cuenta, dibujo una sonrisa cordial y me disculpo por darle las señales equivocadas, pues tengo pareja —aunque no es cierto—. Aunque se sorprende al principio, no dice o hace nada para corregirme, por lo que tengo razón. Alexandra estaba ligando conmigo.

– ¿Y dónde está la afortunada?

– Eh... —Miro a mi alrededor, viendo a Mark nadando junto a unos abrazados Brady y Chloe— Allí. ¿Ves a ese hermoso chico de ojos dulces? Ese es mi novio.