Capítulo 40: Words unsaid.

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~Jason~

La espera se me hace eterna. El reloj corre la aguja de los segundos una y otra vez, clavando el ruido en mi cabeza. Siento que me estoy volviendo loco. Los recuerdos de la explosión de mi casa y lo mal que lo pasé esa noche vuelven a mí como una daga envenenada.

Al ver un doctor caminar hacia nosotros, no tardo en levantarme y caminar hacia él, accionando los cuerpos de mis amigos.

– ¿Familiares y amigos de Matthew White? —Asiento con la cabeza, aguantando las lágrimas que se acumulan en mis ojos— La operación ha sido un éxito y todo ha ido bien, pero, me temo que el señor White ha quedado en coma.

«En coma. ¿Matthew está en coma? ¿Cómo es posible?» me pregunto, cayendo de rodillas y dejando escapar todo el llanto que he estado reteniendo.

– No sabemos cuándo despertará, aunque el doctor Thomas White ha pedido su traslado al hospital de Asheville.

– ¿Y mi padre? —Pregunta Max, haciéndome ver que Aaron no está con ellos.

– El señor Charleston está estable en una habitación, por si su familia directa quiere ir a verle. Pronto lo daremos el alta.

– ¡Qué bien! —Celebran todos, abrazando a Kate y Max.

Siento unas manos suaves sobre mi hombro y, al mirar hacia arriba, me percato de la mirada y la suave sonrisa de Isabella.

– No te preocupes, Jason, no es tan grave como parece. —Me susurra, agachándose a mi lado— Que un vampiro esté en coma significa que ha entrado en letargo. Su cuerpo debe haber recibido muchas heridas, lo que ha causado que su cuerpo se vuelva más muerto que vivo. Tan solo necesita descansar, aunque no estamos seguros de cuándo despertará, ya que depende de muchos factores.

– Entonces... ¿Está bien?

– Podría haber encontrado la muerte definitiva, pero tú lo salvaste. —Me dice Jerome, junto a su novia— Te debemos nuestras vidas y las de nuestro señor.

– Gracias, JJ. —Me agradece Francis, arrodillándose frente a mí— Mi misión era ser el guardaespaldas del señor White, pero fracasé y puse en peligro su vida. Gracias por haberlo protegido... Por haberle salvado la vida.

– Realmente le quieres, ¿eh?

– Sí. Pero yo sé que ustedes se aman y que el Destino parece estar a su favor... Así que, por favor, cuídalo. Si realmente lo ama, demuéstralo cada día.

Para mi sorpresa, Francis me estrecha entre sus brazos y comienza a llorar, lo cual sorprende por dos, ya que por su tamaño y su forma de ser cualquiera imaginaría que también tiene su lado emocional.

– ¿Qué os parece si nos vamos a surfear? —Pregunta Zack, llamando la atención de todos— Joder, hemos acabado con una manada entera y todos estamos vivos. Vale que Matthew está en letargo y podría tardar incluso cientos de años en despertar, pero... Nos merecemos unas malditas vacaciones.

– No sé si las palabras son las mejores, pero estoy con Zack. —Dice Allyssa, levantándose de su asiento— Necesitamos despejarnos de todo lo que hemos hecho esta noche y surfear es lo mejor para dejar ir cualquier miedo o dolor que podamos sentir en estos momentos.

– ¡Decidido entonces! ¡Cada uno que vaya a su casa a por bañador o bikini y nos encontramos en la playa frente al hotel de nuestro Alfa!

– ¿Podrías no gritar? —Le pregunta su hermano mayor, mirando a la gente a nuestro alrededor— No solo estamos en un hospital y hay gente muy enferma, sino que no hace falta que todo el mundo se entere de ciertas cosas...

La Luz en la Oscuridad [Remastered]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora