Capítulo 34.2: #Jatthew.

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~Jason~

Aparecemos en el patio del Mercy Grace y mi corazón se rompe al ver a Alice al lado de mi yo pasado. La muchacha junto a mí se muestra indiferente, pero a mí me invade una dolorosa nostalgia unida al deseo de volverla a tocar y a escuchar una vez más. Aunque sea en visiones como esta.

Matthew aparece detrás mío, provocándome una rabia que ahora sé que se debe al odio eterno que nos tenemos los vampiros y los hombres lobo. Pero, junto a esa rabia, hay algo más que pasó desapercibido en su momento. Algo que apenas comienza a germinar: mi amor por Matthew.

– ¿Te hace un 21?

– ¿Un 21?

– Sí. Te reto a una pachanga de baloncesto. Si tú ganas, te contaré la razón por la que sientes tanta rabia hacia mí. Si yo gano... Tendré una cita con la preciosa de tu mejor amiga. ¿Trato hecho?

Nunca quiso esa cita. De hecho, después me confesó que su intención no era mostrar sus cartas tan pronto, pero que algo lo había impulsado a hacerlo. Como si algo dentro suyo se culpase de que me hubieran convertido en hombre lobo. Porque, a pesar de lo que parece, Matthew sabía quién era yo desde el principio.

Jugar esa pachanga me hizo ver a Matthew con otros ojos. Todo ese contacto, el sudor caer por su frente y su forma de jugar, me hizo pensar en él de una forma en la que nunca antes lo había hecho. Desde ese instante, comencé a verlo con deseo, con atracción. Desde ese momento, comencé a creer que podía ser homosexual. Algo que, ahora, sé que no es así, pues sigo sintiéndome atraído por las mujeres.

Es lo mismo que sentí cuando me escribió todos esos mensajes, antes de mi primer partido. Matthew quiso ayudarme a pesar del odio de Ian por los hombres lobo y poco a poco se fue enamorando de mí como yo de él. Y, entonces... Conocí a sus padres. O los que se comportan como tal, pues su padre biológico murió hace casi tres siglos.

Debo admitir que estaba nervioso y extasiado al mismo tiempo. Sé que era una locura ir a hablar con Matthew para que me devolviera la chaqueta, pero por otro lado quería conocer a Thomas y Sheila White. Es más que obvio admitir que no esperaba a Josh y a Raúl allí y que golpearlos fue mi forma de defenderme de sus repentinos ataques, pero, joder, acababa de besarme con él bajo la lluvia y había sido perfecto.

Thomas y Sheila fueron exactamente como me los imaginé y enseguida se dieron cuenta de nuestra relación. La cual oficializamos esa misma noche, bajo las estrellas. Ahí fue la primera vez que escuché el nombre de Simon, un nombre que se volvería importante en mi vida sin ser consciente de ello. Luego sucedió la explosión de mi casa y Matthew arriesgó su sobriedad por mí, lo cual me hizo darme cuenta de lo importante que era para él.

Me sentía orgulloso de ser tan importante como Simon, algo que ahora me parece irónico, teniendo en cuenta que él y yo somos familia. Así, oficializamos nuestra relación, por segunda vez, en el Mercy Grace, ganándonos un ship que a día de hoy no me parece tan horrendo como me pareció en su día: Jatthew.

Pero las cosas en Jatthew no eran pura fantasía. Porque apenas empezábamos a investigar lo sucedido en mi casa, hizo su aparición estelar la pesadilla que nos perseguiría incluso después de su muerte: Ian Fitzgerald. No solamente me hizo recordar que era un Sanador, sino que dejó caer la bomba que hoy destrozaría nuestra relación. Porque Simon era un Sanador como yo y, por tanto, Matthew, que solo se había enamorado de él y de mí, parecía hacerlo por nuestro factor común

Aunque ahí no acababa la cosa y es que la razón por la que Matthew se apuntó al Mercy Grace fue para vigilarme y evitar que Ian me convirtiera en vampiro. Lo que más me dolió, pero, es que Matthew pensó que yo era Simon la primera vez que nos vimos, pues mi olor le recordó a su viejo amor. Y mi corazón se rompió en pedazos por primera vez.

La Luz en la Oscuridad [Remastered]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora