Epílogo.

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~Jason~

– Pues estaba preciosa. —Digo, con un largo suspiro— Estaba preciosa y realmente feliz. El vestido lo había cosido ella misma y estaba espectacular. El vuelo, el escote, la pedrería... Es la novia más hermosa que he visto nunca en una boda. Bueno, que sí, que estaba preciosa... Pero nerviosa muchísimo más. Aunque es normal... Quieres que todo sea perfecto y, déjame decirte, que lo fue.

Espero mil preguntas de mi acompañante o incluso una risa por mi comentario sobre los nervios de la novia, pero nada. No recibo nada. Suelto un largo suspiro de cansancio mientras acaricio el cabello de Matthew con una mano y me rasco la barba con la otra.

– Ya sé, quieres que te cuente con todo lujo de detalles cómo fue, pero te hemos preparado un vídeo para que lo veas cuando despiertes. Eso sí, prepárate, porque no vas a salir de tu cuarto en meses con todos los vídeos que tenemos...

Esto es inútil. Los médicos suelen decir que cuando una persona está en coma va bien que alguien especial para ellos les hablen porque aunque no lo parezca, algunos son capaces de oírte y tiene un efecto placebo en su recuperación. Pero el letargo de los vampiros es muy diferente.

Llevo siete años viniendo a Asheville y Matthew todavía sigue durmiendo. Nos hemos graduado con más o menos honores, hemos encontrado nuestros trabajos e incluso Brady y Chloe se han dado el «sí, quiero». Y, todo esto, sin Matthew a nuestro lado. Sin tenerlo a mi lado.

Chloe es una de las modelos más bellas del mundo de acuerdo a diversas revistas y toda una activista en el mundo del modelaje para acabar con los trastornos de alimentación y las presiones sociopolíticas que sufren las modelos a tener tallas inexistentes en la realidad de niñas y mujeres.

Brady se ha convertido en un cantautor aclamado con un par de premios y varios Discos de Oro. Sueña con un Platino, pero por el momento no lo ha conseguido todavía. Aunque, para él, lo más importante es escribir canciones con contenido y mensajes significativos para las personas. Cabe destacar que, por el momento, lo está bordando.

Mark, por su lado, superó el examen del bar con méritos, lo que lo convierte en uno de los abogados en conseguir ejercer con casi cero errores en su examen. Allyssa y él todavía están juntos y, aunque no hay boda a la vista, la muchacha espera gemelos.

Y luego estoy yo. Tras la boda de mi madre y Pedro, les confesé la verdad sobre mi condición como Sanador y como hombre lobo, aunque al principio no daban crédito, no fue difícil convencerlos monstrándoles mi forma de hombre lobo. Les conté absolutamente toda la verdad: desde el día de mi conversión, hasta la batalla con la manada de Alfas de Walker.

Y, aunque muchos hombres y mujeres han intentado flirtear conmigo e, incluso mis amigos me han aconsejado entregarme a alguno de ellos para pasar un buen rato sin ataduras debido a que el amor de mi vida sigue en coma, decidí que esperaría a que Matthew despertara. Pero, todavía no lo ha hecho y cada día tengo menos esperanza en que lo haga. Laboralmente, trabajo para la comisaría de policía de San Diego como científico forense.

– Bueno, tengo que irme, Matty. Se está haciendo tarde y tengo un largo viaje a casa... Te quiero.

Beso su frente como cada vez que vengo y abro la puerta de su habitación, dispuesto a salir. Antes, pero, me doy media vuelta para verlo una vez más. Siempre lo hago, aunque no por las mejores razones. Pues Matthew está en letargo por mi culpa, por enfrentarme a una manada que buscaba reclutarme por ser quien soy. Por negarme a hacerlo y por declararles la guerra.

Así que, antes de irme, lo miro una última vez, culpándome de que se encuentre de esa forma. Esta vez, pero, algo llama mi atención. No sé muy bien que es, pero una voz en mi interior me pide que me quede. Que no me vaya. Una voz que me recuerda a Simon. Y, entonces, lo oigo. Un murmullo. Un sonido extraño procedente de algún lugar por debajo de mis orejas.

Mis ojos se clavan en Matthew, quien comienza a mover los dedos muy despacio. En shock, asomo la cabeza y grito el nombre de Thomas para que venga corriendo. Al gritar que Matthew está despertando, Francis, Jerome e Isabella salen de sus habitaciones y corren hacia donde estoy yo. Me siento en la silla de nuevo y me muerdo en la muñeca, acercándola a la boca del vampiro, que desvía la cabeza, evitando morderme.

– Tienes que beber, Matthew. Llevas cinco años en letargo. Mi sangre eliminará tu adicción, no tengas miedo...

– D-dime algo q-que todavía no sé... —Dice, con dificultad— ¿Q-qué le susurraste a Zack en el aeropuerto?

– ¿Me has estado oyendo? —Pregunto, incapaz de pensar con claridad— Eh... Le dije que... Le dije que no tuviera miedo a equivocarse y a cometer errores, que Walker era un monstruo porque realizó actos atroces a los suyos, no por creer en que una manada fuerte hace al líder fuerte.

– ¿Y por qué se sorprendió?

– Porque nunca le confesó a nadie que tenía miedo de haberse convertido en Walker. Le dijo que no quería ser un monstruo como él, pero no que tuviera miedo de ya serlo. Por eso se sorprendió de mis palabras. Ahora, bebe.

Aunque no quiere, termino manchándole la nariz de sangre y haciendo que su sed tome el control. Matthew hinca sus dientes en mi muñeca, bebiendo para recuperar las fuerzas. Francis, Jerome miran desde lejos, mientras que Thomas e Isabella abrazan al muchacho, que consigue separarse de mí antes de que me haga daño.

En segundos, el cuerpo del muchacho recupera su aspecto suave y brillante de siempre y, antes incluso de poderse limpiar el rastro de mi sangre que cae por sus labios, lo beso diciéndole sin palabras todo lo que he estado guardando estos cinco años, desde que lo descubriera en el barco de camino a nuestra batalla final.

– Te queda realmente sexy la barba, pero picas... —Me dice, al separarnos.

– Idiota. —Le respondo, besándolo una vez más.

– Gracias, JJ. Gracias por venir todos los meses... Gracias por contarme lo que estaba sucediendo en el mundo, en vuestras vidas. Gracias por no rendirte ni perder la esperanza. Gracias por ser la luz en la oscuridad.

– Gracias por ser tú la mía. —Y nos volvemos a besar, esta vez, dándole un final a nuestra historia. 

La Luz en la Oscuridad [Remastered]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora