Magia y Discordia [Discord x Twilitgh]

5

Era otro día en Ponyville, o bueno, en el bosque Everfry. La pony y el híbrido caminaban ya en la tarde, se dirigían a casa de la cebra por la cura que Zecora les había hecho.

Habían sido avisados un poco tarde de que la poción ya estaba hecha, por lo tanto, era de noche.

Dos seres que no tenían magia, indefensos en aquel bosque más que peligroso.

La princesa tenía miedo, sin su magia no era nadie, solo podría confiar en sus cascos y alas. Por el otro lado el híbrido también tenía miedo, no tenía miedo de ser atacó, no claro que no, el fácilmente podría salir huyendo (aunque eso no le gustara), pero no podría hacer nada sin su magia.

Lo que más temía él, es que sin su magia no tendría la fuerza suficiente de proteger a la menor de cualquier ser de aquel bosque oscuro. Si Twilight salía lastimada iba a tener muchas ponys encima de él.

Esperaba que eso solo fuera un pensamiento y que no se hiciera realidad.

Siguieron su recorrido por aquel largo camino, apenas iban a la mitad, hubiera sido más rápido volando, pero los árboles cubrían la gran casa de la cebra y por la multitud de ramas con espinas solo se enredarian en ellas y lastimarian.

Se escucho el crujido de una rama y el movimiento de las hojas, extraño para el híbrido, ya que no estaba haciendo viento.

—Twilight—

—¿Qué sucede?—

El Draconequus se le acerco, mirando en dirección a aquel ruido. Rodeo a la pequeña pony entre su cuerpo sin moverse

—Discord...¿Qué pas- —

—¡GRRRR!—

Un rugido  demasiado fuerte y ronco se escuchó. De los arbustos salieron varios lobos hechos de ramas de árboles y piedras.

—¡Corre!—

La pony se quedó congelada.

—¡TWILIGHT CORRE!—

Esta comenzó a correr en dirección a casa de Zecora, él híbrido le seguía por detrás, no sin antes, lanzar algunas piedras grandes a aquellos animales.

La pony seguía corriendo lo más rápido que podía, en su carrera, más lobos llegaron, por lo cual se tuvo que desviar del camino.

Trataba de mirar hacia tras para ver qué pasaba, pero eso solo la alentaba más. En algún momento un lobo casí la atrapa pero, logro lanzar una patada y mandarlo a unos arbustos hecho pedazos.

—¡No mires atrás Twilight, yo estoy aquí!—

La pony aumento la velocidad.

—¡Sigue corriendo así Twilight!—

¿Cuanto llevaba corriendo? Unos 10 minutos casi, sus cascos le dolían, pero no sé detendría.

Salto entre los arbustos, llegando a un muro sin salida, esa enorme pared se interponia en su camino.

Poco tiempo después llegó el Draconequus agitado.

—Tendremos que volar si o si—

El híbrido vio un pequeño espacio donde podrían pasar sin recibir tanto daño de las ramas con espinas.

Ambos extendieron sus alas y con cuidado volaron hacía el pequeño agujero.

— Ve tu primero Twilight —

Esta obedeció y paso por aquel agujero; intento doblegar un poco sus alas para poder pasar sin lastimarse. Era claro que recibió algunas cortadas (su vuelo no era el mejor aun).

Ahora era el turno del Draconequus pasar por aquel tramo. Al tener una figura delgada podría pasar fácilmente sin daño, si no se lograba mover. El problema era lo largo de su cuerpo.

Y con el tiempo detrás de ellos, era una gran desventaja.

—¡GRRRR!—

Aquellos lobos ya habían llegado al lugar y ya no eran varios. Era uno solo de un gran tamaño; al parecer se habían unido para alcanzar ese tamaño.

Con un gran salto lograron atrapar la punta de la cola del híbrido, jalandolo en el proceso y lastimandolo con las espinas.

—¡Discord! —

La pony intento tomar a Discord para alejarlo, pero la fuerza de aquella bestia y la velocidad en la que lo jalaron iba ser imposible.

El híbrido cayó en el suelo siendo azotado por el agarre. Lastimandose con algunas rocas de ahí, recibiendo varios raspones.

Podía sentir la punta de su cola ardiendo y punzando; podía ver la sangre saliendo de ella y ver como los colmillos se encajaban más y más.

Aquel lobo gigante se fue desintegrando hasta volver a la misma manada de seis lobos. Los cuales no tardaron en atacar al híbrido.

—¡Discord!— La pony bajo para ayudarle, logrando atinarle una patada a dos lobos.

—¡Twilight vete!— mencionaba mientras peleaba contra aquellas bestias. Claramente no era una pelea justa.

—¡Pero —

—¡TWILIGH VETE YA!—

Con dolor, la pony rápidamente volo lo más rápido que pudo a casa de Zecora.

Era la única a la que podía acudir. Tenía que llegar rápido, si no, discord no soportaría.

De solo el hecho de pensarlo le asustaba y aterrorizaba.

Por el otro lado, el Draconequus luchaba con todas sus fuerzas.

No le importaba que le hicieran daño, si fuera así, dejaría que le lastimaran todo lo que quieran.

Pero trataba de ganar tiempo, si se rendía, aquellas bestias irían tras la pony.

Aquel ser al que tanto miedo le temían los ponys, alguien serio y estafador, bromista de mal gusto y actitud irritante.

Todas aquellas facetas habían desaparecido, el único sentimiento que tenía ahora era algo que jamás había tenido, o por lo menos no de esa magnitud. Miedo, preocupación y  terror.

Estaba teniendo emociones demasiado fuertes. Y los golpes y arañazos que recibía no ayudaban del todo.

Recibió varias mordidas, en su pata trasera, en sus garras y en el lomo, incluso en su ala y su cola estaba claramente destrozada.

Los golpes que trataba de dar solo los recibía el aire, estaba cansado, solo esperaba que la pony estuviera a salvó.

No le importaba si su vida estaba en peligro, su cabeza sólo pensaba en el bienestar de la más pequeña. Flutthershy le mataría si algo le pasara a su amiga.

A causa de tantas heridas, el híbrido cayó al suelo rendido, su respiración era agitada, su cuerpo estaba adolorido, por lo cual no podía moverlo, podía sentir un líquido caliente bajar por su mejilla y otras partes del cuerpo.

Al parecer los lobos se cansaron de jugar. Si, jugar. Simplemente usaron al pobre Draconequus como un muñeco de trapo.

Al ver que esté ya no se movía decidieron irse. Tampoco es como si le gustarán los Draconequus, preferían las cosas más pequeñas.

Y por el momento, el pobre híbrido se quedó en el montículo de piedras, tirado y sangrando.

Sus ojos se cerraban poco a poco, aunque intentaba levantarse no podía, todo su cuerpo le dolía, de cola hasta cuernos.

A pesar de ya estar casi al punto de colapso, en su cabeza sólo le vino una imagen y unas finas palabras salieron de su boca.

—...Espero y hayas llegado bien mocosa...—

Y al decir esas palabras, cerró los ojos, aún soltando respiraciones pesadas y lentas.