Barty Crouch.

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21.

"Cada vez iré sintiendo menos y recordando más".


Severus Snape suspiró antes de tomar otro sorbo de su whisky de fuego. La sensación de ardor en su garganta coincidía con su estado de ánimo. Estaba parado solo en un rincón distante de la oficina principal de Hogwarts, perdido en sus pensamientos.

Lily estaba realmente enojada con él, pero que más podía hacer. No era cuestión de amistad o amor. Se trataba de Lord Voldemort y eso siempre resultaba horrible, colmado de muerte. La pelirroja salió con la simple promesa de que hablaría con el director para ayudar a Regulus en su audiencia.

―Hola amigo ―Severus saltó ante la voz familiar, cuando giró la cabeza, se encontró cara a cara con Albus Dumbledore.

―Albus.

El anciano director vestía una túnica de color azul cielo. Como siempre su semblante lucia paciente y relajado.

Severus coloco su vaso vacío en el escritorio, avanzando hacia la ventana observo lo brillante que se veía el lago negro en la lejanía. Dumbledore recordó que Snape no se miraba así desde aquella víspera de Halloween, la noche en que Lily y James fueron atacados.

―No preguntes ―suspiro Severus ―solo ve al Ministerio de Magia, Regulus Black está en problemas y Harry Potter tiene que ver con ello, no es exactamente lo que esperarías, pero tarde o temprano tendría que suceder.

Albus miró a través de sus gafas de media luna, claramente impresionado o al menos eso le pareció a Severus, quien intentó mirar hacia abajo porque era imposible verlo a los ojos, después de lo que había pasado ya hace tanto tiempo, después del secreto tan grande que llevaba consigo.

El viejo director tomo el arrepentimiento de Snape como un extraño signo de que era hora de decir la verdad. Así camino hacia su chimenea para utilizar la red Flu.

Mientras desaparecía, Severus tomo un viejo periódico en que se leía el encabezado:

La gran caída Lord Voldemort a manos de Albus Dumbledore.

1 de noviembre de 1981.

Los presentes se levantaron cuando el ministro entro al recinto. Todos estaban a la expectativa, no importaba cuanto se hubiera revisado el caso o aquello te tenía que ver con Lord Voldemort. Siempre se esperaban cosas malas si tenían que ver con este monstruo.

Regulus Black se le acusa de ser uno de los miembros de la autodenominada orden de Mortifagos al servicio del que no debe ser nombrado...

Una gran pausa silencio la sala y el ministro continuo.

― ¿Cómo se declara?

―Inocente, eso fue ya hace tanto y estoy pagando mi condena.

―Sin embargo, ha quebrantado el estatuto.

El ministro reviso minuciosamente cada palabra del pergamino que se le había entregado antes de entrar en la audiencia.

―Ha revelado su ubicación y según el informe el único con la capacidad de saber su dirección es Sirius Black, su hermano mayor ―el hombre midió sus palabras y asevero riguroso ―se le condena a pasar el resto de su vida en Azkaban.

―NO ―gritó Harry indignado, levantándose de su asiento. ―No fue su culpa, yo fui quien revelo la ubicación de Regulus.

―Tal vez Harry pueda explicarnos que sucedió.

La magia, el mago y el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora