La magia, el mago y el amor.

El mago.

22.

"Ningún juego te hará olvidar: tu alma es una máquina fría, un lúcido registro".

El pasillo principal del ministerio de magia, parecía contar una gran historia. Hermione observó con detenimiento cada una de las imágenes móviles extendidas a lo largo del recorrido, de repente se detuvo, la fotografía que estaba frente a ella le resulto demasiado interesante. Era un bebe de cabello azabache y ojos verdes, era Harry, bajo su imagen lo decía claramente:

El mago Harry James Potter, conocido como el niño que vivió, famoso mago por la derrota de Lord Voldemort. Actualmente, reside en el valle de Godric en la casa de la familia Potter, además, estudia en Hogwarts escuela de magia y hechicería.

Las palabras talladas sobre una placa reluciente hicieron pensar más a fondo a Hermione sobre la responsabilidad y el peso que llevaba Harry sobre él. Desde que lo conoció le había parecido lindo y completamente normal dejando de lado que poseía magia.

―Oye Harry, mira lo que encontré.

― ¿Qué es? ―Preguntó el azabache.

Hermione le mostro la fotografía y la placa que acababa de encontrar. Harry no parecía muy feliz de ver aquello. Deseaba en ese momento tener puesta la capa de invisibilidad de su padre.

―Realmente no puedo creer que hayan puesto eso con mi nombre.

Harry parecía un poco avergonzado con Hermione, agacho la cabeza sintiéndose demasiado pequeño, hasta que una mano cálida, le hizo alzar la mirada prestándole toda su atención a su novia.

―Lo lamento.

―No tienes por qué.

―Lo sé, sin embargo, debe ser muy difícil para ti, tener toda la atención de tu mundo ―la castaña suspiro ―dímelo a mí que, por lo general me gusta tener toda la atención, pero eso, a veces cansa, tengo una caja llena de fotos y artículos sobre mi vida, al menos lo que piensan que es mi vida.

― ¿Fotos? Oh, espero que haya buenas. Podemos poner a algunas de ellas alrededor de mi habitación ―Harry miró a su novia y sonrió.

―Sí, muchas fotos.

La castaña hurgo en su bolso y dentro de una pequeña caja sacó un puñado de fotos.

― ¡Hermione! ¿Cómo rayos lo haces?

Harry miro con sorpresa, la castaña siempre tenía las maneras correctas de sorprenderlo por completo.

―Cámaras muggle, como dicen ustedes los magos y brujas, aunque realmente me parece despectiva la palabra "muggle". ―Miro con ligero reproche y agrego. ―La caja de tu madre es muy útil, cuando la vea le pediré que me la preste un poco más.

Hermione tomó otro puñado de la caja y le dio algunas de las fotos a Harry.

―Hay buenos fotógrafos, hicieron un gran trabajo en estas fotos, ¿Cómo es que tienes tantas?

―Soy un genio. ―Dijo como si no fuera obvio.

―Estoy seguro de que lo eres.

Supongo que acabas de descubrirlo, porque no podía usar esas varitas ―dijo Hermione mirando a través de las fotos.

Harry recordó que Hermione no poseía magia, sin embargo, todo con ella parecía mágico.

―Si descubren que no eres ...

―Lo sé ―asintió la castaña sabiendo lo que iba a decir y luego miro con dureza ―pero no lo harán, todo está en el pasado. Ahora solo imagina que soy una bruja y continua la mentira, estamos mejor que nunca, nadie sospechara de mí.