Capítulo 4° ;

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Library Pictures

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—¿Por qué querías que nos viéramos afuera de la biblioteca, Miles?— Pregunté mientras miraba al mencionado.

—Te ves como si leyeras libros, Alex, por eso quería saber si estaba en lo cierto y que pasáramos a la biblioteca.— Me devolvió la mirada y dio una sonrisa notablemente coqueta. Nervioso, tragué saliva y le sonreí.

Al llegar, no me sorprendí al ver el lugar casi vacío, nadie iba a la biblioteca por los recesos, a menos que sea para besarse en los últimos pasillos o para hacer alboroto. Miles y yo nos dirigimos al fondo de la biblioteca, donde se encontraba la sección de poesía y romance separadas por los estantes. Tomamos asiento en frente del otro y nos quedamos en silencio por unos cortos minutos, mirándonos. Sentía que tenía que levantarme y besar a Miles, hasta que él habló.

—Me gusta como se ve tu cabello desordenado, Alex.— Me sonrió de lado y pude sentir cómo la vergüenza se apoderaba de mis mejillas o más bien rostro en general. Riendo por lo bajo, pasé mis manos por mi cabello e hice un intento por ordenarlo.

—Tengo una idea, sígueme.— Se levantó y se metió entre los estantes. Lo seguí, y cuando lo vi tenía una cámara fotográfica en sus manos.

—Quiero que tomes tu libro favorito, Al.— Movió la cámara en sus manos haciéndome reír nuevamente. Me alejé de él y fui a la sección de poesía, con mi mirada busqué aquel viejo libro y sonreí al verlo escondido donde siempre lo dejaba para que nadie lo rompiera o llevara. Era un libro hermoso. Lo tomé cuidadosamente y fui a con Miles otra vez, éste se encontraba viendo la cámara.

—¿De dónde la sacaste?— Pregunté curioso, ya que al verlo en el árbol no la tenía.

—Eso no importa.— Posicionó la cámara y me apuntó con ella.— Sonríe, Alex.—

Hice un intento por sonreír mientras sostenía el libro en mis manos, pude oír el "clic" de la cámara y luego a Miles reír.

—Es tú turno.— Luego de que tomara la foto física, le arrebaté la cámara de sus manos y me alejé de él. Se fue, y luego de unos segundo apareció con un gran libro rojo. Inexperto, enfoqué a Miles en la cámara y tomé la foto, sonreí al verlo en la pantalla.

—Ahora es nuestro turno.— Miles tomó la cámara y me abrazó de lado, sentí un pequeño cosquilleo en mi espalda y volví a sonreír. Puso la cámara frente a nosotros, y muy pocos segundos antes de que sonara el "clic", pude sentir un suave pero salvaje rose en mis labios, calor, y un poco de humedad. Cuando abrí mis ojos, Miles se encontraba frente a mi, mostrándome su hermosa sonrisa. El "clic" de la cámara había sonado antes de que abriera mis ojos.

Relamí mis labios, pasando lentamente mi lengua por ellos.

Los labios de Miles saben a Macchiatto.

Bigger Boys And Stolen Sweethearts - Milex. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora