Ambos nos dirigimos hacia afuera, donde había una brisa algo helada y con aroma a mar. Algo extraño.
Nos recostamos en el pasto que había un poco más alejado de la escuela.
—Había oído que viajaste.— Hablé, mientras miraba la noche estrellada.
—Y lo hice.— Rió.—Me fui por unos días, pero cada vez que oía tus mensajes me daban ganas de volver, hasta que terminé haciéndolo, llegué hoy por la mañana.—
Hice una mueca rápida sin despegar mis ojos del cielo. Por alguna razón me sentía incómodo y no quería sentirme así. Estaba con Miles otra vez, era lo que más quería hasta el momento, ¿por qué me sentía tan mal?
—¿P-por qué lo hiciste, Miles?— Tener un nudo en la garganta ya se me hacía costumbre, ya que desde ese día hablar bien se me hacía algo difícil.
—Alex, te dije que todo fue un error, no estaba consciente de nada por culpa del alcohol. No recuerdo nada de eso, sólo lo que ocurrió al día siguiente.— Intentó tomar mi mano, pero rápidamente me levanté.
—Me siento mal. Iré a casa, Miles.— Hablé mientras sacudía los rastros de pasto que habían quedado pegados en mi traje. Kane al igual se levantó y me miró.
—Te acompaño.—
—Bien.—
El camino fue en un silencio total, Miles estaba a un lado de mi y yo sólo me permitía mirar el suelo. Sentía que mis pulmones se cerraban, pero por suerte llegué rápidamente a casa.
—Entonces, ¿puedo verte mañana?— Habló Miles, deteniéndome en la puerta de mi hogar. Di un suspiro.
—Está bien.—
—Te veo en la cafetería.— Me dio una media sonrisa. Asentí con mi cabeza y me di la vuelta.
—Aly.— Tomó de una manera suave mi mano, deteniéndome nuevamente.— Te amo.—
Cerré fuertemente los ojos, mientras los sentía arder.
—Buenas noches, Miles Kane.— Alejé mi mano de él y entre rápidamente a casa. Corrí por las escaleras hasta llegar a mi habitación, y una vez en esta, caí al suelo.
Me sentía horriblemente mal, no podía dejar de llorar y sentía que en cualquier momento me desmayaría. Al no sentir mis piernas, me arrastré cual gusano hacia mi cama, recostándome en esta con dificultad.
Luego de unos largos minutos el intenso llanto cesó, mi respiración se estabilizó. Sólo quedé yo, mis mejillas húmedas, la noche oscura, un recuerdo doloroso y un Miles invadiendo mi mente.
Mi cabeza estaba llena de escenas que me rompían cada vez más, el bar, la cafetería, el baile, y estaba seguro que hasta el color dorado comenzaría a molestarme. No sabía por qué Miles se me había acercado como si nada hubiera pasado, no sabía por qué besé sus labios, sabiendo que probablemente ya no me pertenecían. No sabía por qué todo esto se me hacía tan difícil.
Todas esas tardes junto a Miles, todas esas lindas palabras que hacían sentir mi corazón pequeño, todos esos besos sucios marcados en mi cuerpo y alma, ardían como si de fuego se tratase. Todo parecía una mentira, o una pesadilla de la cual no podía despertar.
La culpa me invadía más que antes, si tan sólo hubiera podido mostrarle a Miles lo que quería, quizá nada de esto hubiera pasado.
Me sentía dolido, sin vida. Y probablemente nadie lo sabía.
Miles era el único que lo sabía.
Autora ;
Ahhh capítulo más corto que he hecho.
Señoras y señoritas, ¡esto no ha acabado! Wuuu.♡
La verdad es que este capítulo tiene el fin de hacerlas saber que no he terminado con la historia 🌞 de ahí el porqué es tan corto, mis disculpas.
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Bueno, hace un par de horas me metí a la historia y me apareció esto ;-; no sé qué hacer, porque Wattpad siempre me trolea con este tipo de cosas. Help