Capítulo 8° ;

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The Beach

Había pasado dos horas durmiendo para la junta en la playa, aún me sentía casando pero no podía faltar o los chicos me matarían.

Me levanté con pesadez de la cama y fui al baño, lavé mi rostro y mis dientes para luego ir a buscar algo que ponerme. Unos pantalones algo ajustados de color negro y una camiseta simple de color blanca fueron mi elección para tan dichosa fiesta, no quería resaltar así que algo simple era perfecto.

En una mochila metí mi adorado abrigo, mi teléfono y mi libreta de canciones, ya que últimamente había estado yendo a la playa por las noches, cuando mi mente estaba totalmente en blanco y aún así tenía la necesidad de desahogarme. Salí de casa y pasé a la casa de Jamie, la cual estaba al lado de la mía.

—¡Ya bajo, Al!— Escuché un grito antes de que pudiera presionar el timbre. Levanté mi mirada y era Cook, quién me miraba divertido desde la ventana de su habitación.

Esperé un par de minutos afuera, preguntándome si vería a Miles en la fiesta, presentía que algo pasaría allí, y que ese "algo" tenía que ver con Kane.

—Listo, vamos ya, que se nos hace tarde.— Jamie me tomó del brazo y me levantó del suelo. Ambos comenzamos a caminar hasta la playa, la cual quedaba a unas cuantas cuadras. Al llegar al lugar todo estaba ya listo, había música fuerte, gente por todas partes y ciertas chicas paseando en poca ropa.

Tenías que tener agallas para no salir abrigado de tu casa, Sheffield seguía con el clima algo helado, pero esa tarde fue la excepción, un sol no tan calentador se encontraba aún en el cielo y la típica brisa fría había desaparecido por completo.

Jamie me guió hacia un costado de la playa donde Paranoid de Black Sabbath retumbaba en unos enormes parlantes negros. Alrededor de una fogata se encontraban Nick, Matt y un par de chicas bebiendo cerveza.

—¡Qué bien que llegaron, bastardos!— Gritó O'Malley al vernos. Nos unimos al círculo y luego de una ronda de alcohol variado, la fiesta comenzó a descontrolarse más de lo que ya lo estaba en un comienzo.

—¡A-Alex! Oh Alex, ¿Ves quién está por allá?— Un Jamie ya ebrio se apoyó en mi hombro, mientras apuntaba a algún lugar de la playa. Me encontraba sentado en la arena mirando el lindo atardecer que se estaba formando.

—¿Qué? ¿Quién, Jamie?— Pregunté sin prestarle mucha importancia, sabía que probablemente estaría hablando basura.

—¡El chico de la escuela! ¿Millas Cono?— Frunció el ceño. Mis ojos se abrieron enormemente y miré al lugar que apuntaba mi acompañante.

Entre varias chicas y chicos, se encontraba un chico pálido, de cabello tipo Beatle, con una cerveza en la mano, mirando casi en mi dirección.

Miles Kane.

—No puede ser, ¿qué hace aquí?— Susurré para mi, mientras pasaba una de mis manos por mi rostro. Jamie puso su cabeza en mis piernas y me miró divertido.

—¿Qué pasa, Al? ¿No quieres que ese tipo esté aquí?— Preguntó jugando con mi mano libre.

—Oh no, d-digo si, ¡Da igual!— Reí nervioso.— Tengo que hacer algo, Jamie, ¿Me esperas?— Reí y el mencionado aceptó, se levantó de mis piernas y se recostó a un lado.

—No tardes, no quiero quedarme solito.— Cerró los ojos y me levanté. Algo dudoso, caminé hacia el pequeño grupo donde se encontraba Miles, y éste al verme, sonrió entrecerrando los ojos.

—Miles.— Hablé en voz alta, voltearon a verme y Kane se separó un poco del grupo.

—Alex.— Me sonrió coqueto.— Qué bien verte por aquí.—

—Sinceramente no esperaba verte aquí.— Reí y rasqué mi nuca, incómodo.— En fin, ¿Quieres tomar una cerveza?—

Pude ver cómo notablemente pasaba su lengua por sus labios, de una forma muy tentadora.

—Está bien, guapo.— Lanzó un beso y sentí mis mejillas arder.— Aguarda un segundo.— Se metió otra vez al grupo y lo vi salir con cuatro cervezas en las manos.

Nos dirigimos a un lugar bastante apartado de la playa, en el cual la música no se oía tan fuerte y la brisa con aroma a mar se sentía más fácilmente, llenando tus pulmones y despejando tu mente de cualquier preocupación.

Nos sentamos en la arena, uno al lado de otro y abrimos las botellas.

—Pensé que no me querías cerca.— Habló Miles, para luego darle un gran trago al líquido amargo. Tragué saliva y fijé mi vista en el mar, en las olas que chocaban bruscamente con las enormes rocas de la orilla.

—Seré sincero.— Hice una mueca.— Al principio era así, pero ahora no. Siento que te necesito cerca.— Miles me miró, aumentando mi nerviosismo.— S-siento como si me estuviera e-enamorando de ti, ¡y no lo entiendo, sabes!— Mi garganta se secó de la nada y me obligó a toser un poco.

—Hey, tranquilo.— Miles palmeó mi espalda, mientras me miraba fijo. Luego se dejó caer en la arena.— Me pasaba lo mismo cuando te conocí, no entiendo por qué mierda comenzaste a gustarme tanto, Al, realmente no hay un porqué, sólo pasó y ya está.— Con timidez, tomó mi mano.— Y, ¿sabes? Es la cosa más rara que me ha pasado, enamorarme de un extraño, ¿no suena loco?— Rió.— Eres lo más extraño y lindo que me ha pasado, Alex, y no me gustaría perderte, aun así no conociéndote del todo bien.—

Mi vista seguía fija en el mar, sólo que ahora todo se veía algo borroso, pasé mi mano libre por mis ojos para quitar las molestas lágrimas y me dejé caer a su lado. Agarré fuertemente su mano.

—Yo tampoco quiero perderte, M-Miles.— Giré mi cabeza a él, luego Kane hizo lo mismo. Nuestros rostros quedaron tan unidos que fue casi imposible el evitar besar con necesidad sus labios.

Necesitaba probar los labios de Miles, saber sus más oscuros secretos con sólo rozar nuestras lenguas. Necesitaba amar a alguien, y necesitaba que alguien me amase a mi.











Autora ;

Wuuu, 1000 palabras justitas 🌞

Me gustó escribir el final de este capítulo u,w,u me inspiré con No. 1 Party Anthem(? Aunque casi no tenga nada que ver con la letra, es una canción lenta y la adoro .

Les recomiendo escucharla al leer este capítulo, así sentiremos lo mismo .

—R O

Bigger Boys And Stolen Sweethearts - Milex. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora