Capítulo 14° ;

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Chamber Of Reflection

La siguiente semana sólo fue agonía, dolor y sufrimiento. Miles luego de lo ocurrido intentó pedirme disculpas y explicarme lo ocurrido, aún recuerdo esa amarga y última conversación.

"Juro que no volverá a ocurrir, perdóname. Te amé y te amaré eternamente, sólo a ti"

"No puedo pedirle lo eterno a un simple mortal, esto se acabó, Miles."

Mi habitación se había convertido en mi cuarto de reflexión, y más que reflexión, sufrimiento. Hace más de dos semanas que no ponía un pie en la escuela, nadie sabía nada de mí a no ser de los chicos.

Nick no podía entenderlo, Matt se enfureció al saberlo y se alejó de mí, diciendo que trató de advertírmelo, y Jamie, él era el único que venía todas las tardes a hacer un intento por reanimarme.

Ni siquiera había tocado el baño, simplemente no salía de mi habitación, vaciando cajetilla por cajetilla, sin parar. Mi cuarto era un asco, y ni hablar de mi rostro, ahora con enormes ojeras, más palidez que nunca y ya con los pómulos ciertamente marcados.

Miles llamaba todos los días, moría por contestar alguna de sus llamadas, y cuando me decidía, cortaba. Así pasó alrededor de un mes.

—Alex, por favor, no puedes seguir así, tienes que comer, dejar el puto cigarrillo.— Las mismas palabras que Jamie siempre pronunciaba cuando lo dejaba entrar a mi putrefacta habitación. Mi cuerpo se encontraba nuevamente tirado en la cama, mientras que Cook me miraba con preocupación desde la silla del escritorio.

—No tengo fuerzas.— Dije entre un suspiro, mi vista comenzaba a ponerse borrosa.— ¿T-tan mal pareja fui, Jamie? ¿Merezco todo este sufrimiento?—

—Sabes bien cuál es la respuesta, Alexander.— Dio un largo suspiro.— Hoy te sacaré de aquí, quieras o no.— Sentenció. Se levantó y casi arrancándolas, corrió las cortinas, dejando entrar la poca luz natural que provenía de una tarde no tan soleada. Mis ojos ardieron.

—Jamie, por favor.— Supliqué, pero éste negó decidido.

—No, Alex, no me lo pidas por favor, no pienso dejar que sigas en este estado, me preocupas.— Se acercó a mi armario y tomó algo de ropa.— Ahora levántate de esa maldita cama y ve a darte un baño, relájate si es necesario pero hazlo.—

Con la poca fuerza que tenía, me levanté apoyándome de todo. Jamie me ayudó a llegar al baño, en donde sólo me dio una mirada y salió.

Una vez bajo el agua tibia, pude notar que realmente comenzaba a ponerme delgado. Mi rostro me daba asco, y ni hablar de mi cabello; sucio y enredado.

Luego de unos largos minutos, me di por listo, me puse la ropa que Jamie había escogido y salí del baño.

—¡Bieeen! Este es un muy buen avance, Alex.— Cook se veía feliz, ambos bajamos a la cocina donde nos encontramos con mi madre.

—Muchas gracias por venir, Jamie.— Habló la mujer, mientras dejaba en la mesa dos platos con huevo y tocino, más jugo de naranja.

—Tenía que hacerlo, y no es necesario.— Sonrió.— Yo llevaré a comer a Alex, afuera, necesita salir de aquí, con todo respeto.— Comentó Jamie. Entrecerré los ojos al notar que eso no me lo había informado.

—Oh, por supuesto, vayan.— Mamá retiró ambas cosas y Jamie se levantó, dirigiéndose a la puerta.

—Vamos, Alex, te recomiendo tomar tus lentes de sol.— Rió. Me levanté y lo seguí, tomando en cuenta su recomendación.

Una vez afuera, pude notar que ahora había un poco más de sol. Jamie detuvo un taxi y ambos subimos.

—Al centro, por favor.— Habló mientras le entregaba el dinero al chofer.

El viaje fue rápido, nos dirigimos a una especie de restaurante.

—¿A dónde me llevas?— Pregunté, mientras frotaba uno de mis ojos con mi mano.

—Te llevo a comer.— Ambos entramos y no dirigimos a una mesa.— Hay persona que te quieren ver.

Mi rostro quedó sin expresión al ver a Nick y a Matt, O'Malley rápidamente se acercó a mí y me dio un fuerte abrazo.

—¡Alex! ¡Demonios Jamie, lo lograste!— Gritó, emocionado.

Luego de comer un montón de cosas, todos salimos a la terraza del lugar.

—Hey.— Oí detrás de mí. Dejé que la persona se acercara y pudiera ponerse en el balcón junto a mí. Matt.

—L-lo siento, Alex, no debí ser tan duro contigo, tú no lo sabías, y en lugar de ayudarte cuando me necesitabas sólo me alejé como un cobarde.— Quedó en silencio por algunos segundos.— Lo siento mucho.— Pronunció finalmente, casi en un susurro. Di un gran suspiro, para luego sonreír.

—Todo está bien, Matt, fui egoísta y un tonto por alguien que no vale la pena, casi pierdo a mi mejor amigo.— Giré mi cabeza a él, rápidamente me abrazó con fuerza.

—Te quiero, estúpido.—

—Y yo a ti, imbécil.— Ambos reímos y bajamos a donde estaban los demás. Al parecer ya nos íbamos.

—Alex, en dos días es el Baile Dorado.— Recordó Nick, haciendo que tuviera un pequeño escalofrío.— ¿Vendrás con nosotros?—

—Claro, no olviden llevar su antifaz.— Reí, era una tradición del baile, podías llevar un antifaz de cualquier color y a la media noche debías quitártelo.

Todos nos despedimos y me fui de camino a casa hablando con Jamie, de qué traje se pondría él, que tan ridículos se verían los demás o si realmente nos quitaríamos el antifaz a media noche.

—Bueno, Alex, me encantó ver que pudiste salir de tu cuarto hoy.— Sonrió Jamie, una vez que nos encontrábamos afuera de nuestra casas.— El día del baile nos juntaremos en la escuela, por si tienes dudas.—

—Oh, está bien.— Le sonreí, éste me abrazó.

—Gracias por todo, Jamie, de verdad.— Hablé.

—No es nada, Alex, cuídate.— Se separó y con una despida de manos, se metió en su hogar. Yo hice lo mismo, donde me esperaba mamá con chocolate caliente.







Autora ;

Wenas 🌞

Me siento levemente violada :'^ he escrito muchos capítulos en los últimos dos o tres días ;-; espero que estén conformes, uh. Igual, hago un gran esfuerzo para actualizar o ya de por sí escribir algo, Ro tiene muchos problemas.

En fin, éste capítulo también tenía muchas versiones ;-; y lo más probable es que el próximo capítulo sea el último. Así es, como leyeron, el último.

La verdad es que no planeaba hacer esta historia tan larga ;-; pero dado al apoyo que recibió, se alargó un poquito.

Mil gracias por tooodo, nenas

— R O .

Bigger Boys And Stolen Sweethearts - Milex. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora