- "I will not let you take him away from me" - said Arthit with a frown - "our bond is impossible to break ..".
The elders nodded.
- "And you, young Kong?" - they asked - "What do you want?"
The young man separated his face from Arthit's chest and...
Arthit dejó a su familiar sobre la cama y, con rapidez, se desnudó y comenzó a sacar unas ropas mucho más cómodas para estar en casa.
- "Aún no puedo creer que Knott se comportara de esa manera" - musitó el joven con el ceño fruncido mientras lanzaba miradas al gato que, tendido sobre la mullida colcha, le observaba sin siquiera pestañear - "acabaron teniendo que sacarle de la sala. Seguro que va a recibir un castigo ejemplar.."
Un leve maullido fue toda su respuesta.
El joven mago se volvió, completamente desnudo y con un pantalón en sus manos.
- "Pero qué..." - musitó Arthit mientras observaba a su gato que, con una pata sobre los ojos, intentaba no mirar lo que tenía justo enfrente.
"Es la primera vez que veo a un gato avergonzado", pensó el joven mientras se colocaba los gastados pantalones pero pasaba de colocarse la camisa compañera.
Y es que hacía demasiado calor para ello.
Finalmente se acercó al felino y, con suavidad pasó un dedo por su cabeza.
El animal levantó la cabeza para fijar su mirada en la del joven mago que, con una sonrisa, se sentó y tomó al gato entre sus brazos.
- "Acabamos de conocernos pero ya siento que eres la persona más importante en mi vida.." - musitó mientras que, en un arranque, acercó al gato a su rostro y le dio un leve beso.
Unos segundos después estaba echado sobre la cama, de espaldas sobre la colcha, y con un joven que, sonriendo irónicamente, estaba sentado a horcajadas sobre él. Completamente desnudo.
- "Y tu de la mía..." - musitó el joven desconocido que, sin esperar un segundo, acercó su rostro al del sorprendido joven para depositar un leve beso sobre su nariz.
Arthit no se movió siquiera cuando notó que el joven comenzaba a dejar pequeños besos en sus mejillas. Sin embargo, en cuanto notó que las manos del muchacho comenzaban a deslizarse peligrosamente hacia abajo, empujó al joven bruscamente y se alejó deslizándose sobre la colcha.
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- "¿Qué..?¿Quién?" - fue lo único que Arthit pudo decir.
Kongpob sonrió mientras se sentaba con un movimiento claramente felino y sin dejar de mirar al joven que, desde hacía unas horas, era su esposo según las leyes de su raza.
- "Me llamo Kongpob" - dijo finalmente mientras inclinaba la cabeza levemente hacia un lado - "gracias por rescatarme de esa casa".
Sin duda el joven estaba verdaderamente contento de haber podido escapar pues, si no volvía del otro mundo antes de la medianoche, no hubiera podido hacerlo en un año entero. Y él aún tenía cosas que hacer en este lado del portal.
Y ahora además tenía un consorte que había jurado quererle y cuidar de él...
La verdad es que su escapada al otro mundo no había podido ir mejor.
- "Yo soy Arthit... encantado" - musitó éste mientras seguía sin poder creer que su familiar, su adorado gatito, se había convertido en ese joven.
Ese muchacho desnudo que, sin duda, tenía una sonrisa brillante y que, sentado completamente desnudo delante de él, esperaba a que dijera algo.
- "Estoo... ¿sabes que estás desnudo?" - preguntó finalmente mientras intentaba mantener la mirada en el rostro del joven y no bajar más allá de su cuello.
¡ Pero es que era tan difícil!
Arthit sintió que sus mejillas enrojecían y que su corazón comenzaba a latir a mayor velocidad de lo normal.
Nunca en sus veintitrés años de vida había imaginado que podría encontrarse en una situación como esa.
- " No es algo que le preocupe a mi raza" - contestó Kong mientras dejaba escapar una leve risilla.
"Pues a la mía sí...", se dijo el joven mientras miraba hacia una de las cajoneras de su aparador.
Con rapidez se levantó de la cama y, tomando de ella unos pantalones, se los pasó a Kongpob sin atreverse a volverse hacia él.
Sólo se dio media vuelta cuando oyó al muchacho suspirar mientras comenzaba a ponérselos.
- "¿Puedes explicarme qué hacías en esa casa?" - preguntó Arthit mientras observaba al joven que volvía a estar sentado sobre la cama - "y sobre todo, ¿por qué no dijiste nada cuando te elegí como familiar? ¿es qué no sabes lo que ésto significa?"
Kongpob sonrió, enrojeciendo levemente.
- "Me había escapado de casa... mis padres querían casarme con uno de los hijos de sus amigos"
- "¿y tú no querías?" - preguntó Arthit claramente interesado.
El joven suspiró y negó con la cabeza.
- "¿Tú te casarías con alguien que ya tiene una pareja?" - respondió mientras miraba tristemente hacia la colcha de la cama.
"¿Otra pareja?", se dijo Arthit observaba la expresión desolada del joven.
- "¿Eso es normal en tu raza?" - preguntó interesado.
Kong asintió.
- "Pero yo no puedo... no me veo capaz de compartir a mi marido. Mucho menos con mi propio hermano" - dijo mientras levantaba la cabeza y fijaba su mirada en Arthit - "Así que me escapé al otro mundo... pero unos cazadores me atraparon y me llevaron a esa casa. Después apareciste tú..."
Arthit asintió pensando en lo que eso significaba.
Estaba unido de por vida a ese joven...
No había manera de romper ese lazo y, por lo que estaba viendo, ese chico tampoco es que pareciera muy infeliz con la idea de estar unido a un desconocido de por vida.
- "Supongo que no quieres intentar romper esta unión..." - musitó Arthit mientras señalaba con un dedo entre ellos.
El joven negó rápidamente con la cabeza.
- "Si vuelvo a casa me obligarán a casarme... o me matarán por haberme unido a otra persona en contra de la decisión de mis padres".
Arthit asintió.
- "Ya veo..."
- "Por favor.. no me hagas volver con ellos" - musitó finalmente Kong con un hilo de voz y los ojos llenos de lágrimas.
Arthit, sintiendo como si corazón de repente hubiera sido estrujado por una mano invisible, abrió la boca para hablar cuando, inesperadamente, la puerta de su cuarto se abrió y sus padres seguidos por Knott y sus amigos entraron con miradas furiosas y preocupadas.
- "¡Arthit!" - exclamó su padre mientras daba un par de pasos en el cuarto - "ten cuidado con tu gato, en realidad es..."
Sin embargo no dijo nada más, simplemente se quedó mirando al muchacho que estaba sobre la cama. En tan sólo unos pantalones al igual que su adorado hijo.
- "Mi niño..." - susurró la Señora Rojnapat mientras observaba el rostro de su único hijo que, con la sorpresa reflejada en su mirada, observaba a unos y a otros sin saber qué decir.
- "No te preocupes Art" - musitó Knott dando un par de pasos hacia el joven - "ya hemos avisado a su familia. Están a punto de llegar... pronto ésto no será más que un mal sueño".
