•Desamor Siete

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JungKook no sabía donde más buscar a TaeHyung. Habían pasado mas de cinco días sin hablar con él y estaba angustiado. No debió ser tan egoísta, sabiendo la situación de TaeHyung y su dependencia emocional, no debió dejarlo.

Solo quedaba un lugar y esa era la casa de Hoseok. Pero él no quería ir allí, no por miedo de encontrárselo, si no porque sabía que si lo encontraba en su casa, el que pagaría los platos rotos sería TaeHyung.

Pero no había opción. No iba a esperar más, porque sabía que él nunca lo buscaría.
Y allí estaba, enfrente de esa casa de nuevo. Armándose de valor, toco el timbre. La casa estaba en total silencio, se podía escuchar desde afuera el sonido del timbre. JungKook iba a darse por vencido, pero todo le parecía extraño. TaeHyung no tenía otro lugar a donde ir, estaba seguro que Hoseok tampoco lo dejaría libre. Tocó la puerta con brusquedad, pero nadie respondía. Tocó una o dos veces más sin recibir respuesta y antes de que se gire y se vaya, la puerta se abrió.

JungKook quedó sin aliento. Su corazón se oprimió, sus ojos se cristalizaron. TaeHyung estaba irreconocible.

—Ta-taehyung...

Y antes de que pudiera decir algo más sintió todo el peso del mayor sobre sus brazos.
JungKook sintió rabia, ¿Cómo pudo hacerle esto a TaeHyung?
Los brazos del menor rodearon el demacrado cuerpo del mayor quien gimió débilmente de dolor. JungKook no pudo contener sus lágrimas. Cargo entre sus brazos a TaeHyung, el mayor intento resistirse, pero su débil cuerpo no hizo mucho.

—¿Él te hizo esto TaeHyung? —preguntó entre lágrimas, sin poder ocultar el dolor en sus palabras.

TaeHyung murmuró incoherencias apenas entendibles. Sus ojos estaban cerrados, su respiración era débil, su piel estaba pálida, tenía moretones y sangre en todo el rostro, su labio estaba hinchada y rota. Los ojos de TaeHyung se abrieron apenas, mostrando sus ojos rojos. El mayor intento decir algo pero JungKook negó brindándole una sonrisa fingida.

Agradeció internamente haber venido con su auto. Abrió como pudo la puerta de atrás y recostó delicadamente el cuerpo de TaeHyung sobre los asientos. JungKook lo observo un poco más, estaba irreconocible. Sintió su puño arder, quería matar a Hoseok con sus propias manos.

Se subió a su auto para empezar a conducir, pero se tomo unos minutos para respirar y llorar. ¿Por qué alguien tan maravilloso como TaeHyung merecía pasar por todo esto? Mataría a Hoseok, estaba seguro.

JungKook manejó alejando a TaeHyung de la casa. Queriéndolo alejar para siempre de ese lugar, queriéndolo alejar para siempre de Hoseok. 
Pero sabía que su amor no sería suficiente para el mayor, TaeHyung no lo amaba ni lo amaría como él lo hace. JungKook no podía permitirse verlo así, ni quería ver sufrir más a TaeHyung, y estaba dispuesto a todo por su bienestar.

—Te voy a encontrar Hoseok y las pagaras. —murmuró el menor, antes de empezar su
marcha.

[...]

—Mhm..—gimió de dolor removiéndose buscando una posición cómoda. —¿Ho-hoseok? —fue lo primero que pronunció al abrir sus ojos lentamente.

El castaño analizó el lugar sin reconocerlo. Las paredes blancas con tonos grises le causaban mareo. Se encontraba confundido, sin entender muy bien que hacía en otra habitación que no era la suya, el olor tampoco le pertenecía a su Hobi.

Su Hobi...

TaeHyung comenzó a recordar lo que había sucedido. Había ido al súper mercado con la intensión de preparar una cena totalmente deliciosa, con los platillos favoritos de su novio. TaeHyung quería que Hoseok estuviera feliz gracias a él. La emoción y temporal felicidad se vio opacada cuando escucho unos ruidos provenientes del segundo piso. Por un momento el menor creyó que Hoseok había venido a casa a verlo, ya que casi nunca estaba tan temprano. TaeHyung corrió hacia la cocina a dejar las bolsas, pero antes saco de ella una especie de cuadro trasparente que había comprado para Hoseok.

Cuando comenzó a caminar en dirección a su habitación el sonido que había escuchado se hizo mas agudo. La sonrisa del menor se iba desvaneciendo. Escucho el rechinar de su cama, junto a unos sonidos que a TaeHyung le hicieron imaginar muchas cosas. El menor se quedó en medio del camino sin querer avanzar, se sintió débil. Se mordió el labio conteniendo las ganas de gritar al escuchar como Hoseok gemía.

TaeHyung se obligo a seguir. Al estar en la puerta de la habitación sus ojos se nublaron. Sus manos débiles dejaron caer el objeto que tenía en sus manos rompiéndose en mil pedazos.

Después todo paso muy rápido, Hoseok comenzó a golpearlo y TaeHyung no podía y no quería defenderse. Ojalá lo hubiera matado a golpes, pensaba el menor.

TaeHyung rompió en llanto tomando asiento sobre la cama, acercando sus piernas a su pecho. Todo el cuerpo le dolía, pero nada se comparaba a lo que sentía en su corazón. Le dolía como el infierno, no podía sacar de su mente las imágenes de Hoseok tocando a alguien más, verlo bensando y tocando a otro. ¿Acaso él no era suficiente? TaeHyung se mordió el labio herido, haciendolo sangrar. Se sentía impotente. Quería acabar con todo.
TaeHyung soltó un grito grave y fuerte que resonó en toda la habitación. Se puso de pié y comenzó a golpear la pared mientras recordaba todo.

Hoseok lo había engañado con su socio Min YoonGi y ahora era este otro. Cualquiera podía recibir amor de él, pero TaeHyung no. Sus nudillos comenzaron a sangrar e importándole una mierda TaeHyung golpeó el espejo que colgaba de la pared, rompiendolo en pedazos. Odio ver su patético reflejo en él.

—¡TaeHyung basta! —gritó JungKook llegando a la habitación preocupado al escuchar el grito y las cosas rompiendose.  Abrazando al castaño por detrás lo detuvo.

—¡DEJAME JUNGKOOK! —el mayor intento zafarse sin mucho éxito. Tiraba patas y puñetes al aire, hasta que al girarse golpeo al menor en el rostro.

JungKook retrocedió por el golpe. Se tocó la mejilla recobrando el equilibrio. Miró a TaeHyung quién furioso se lanzó sobre el menor. TaeHyung estaba encima de JungKook y lo golpeaba en el rostro sin detenerse, quien por su parte no trato de defenderse.

—¡AHHH! ¡IDIOTA! ¡TE ODIO! ¡TE ODIOO! —gritaba el mayor mientras lanzaba sus puños al rostro de JungKook. —¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?!—decía, pero TaeHyung sabía que las preguntas no eran para él.

Y JungKook también lo sabia.

Cuando TaeHyung quedó sin energías y se detuvo, lloró agachando la cabeza. JungKook lo tomó del hombro y lo atrajo hacia su pecho y lo envolvió en un suave abrazo. El mayor no se resistió, por el contrario se dejo consolar, dejando que el menor le acariciara su cabello y repartiendo uno que otro beso en su cabeza.

—Todo estará bien Tae, me tienes a mi —pronunció el menor con cierta dificultad al hablar — y jamás te abandonaré—finalizó sintiendo el suave respirar del castaño sobre su pecho.

Y eso era cierto, JungKook amaba tanto a TaeHyung, que no estaba dispuesto a dejarlo.

Te Amo [HopeV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora