VI

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|D A D ' S   A C C I D E N T|

3 años después…


Marie Ross:

Los años han pasado rápido.

Megan creció mucho al igual que Tom.

Además de que empezaron la primaria hace poco.

Y verlos en jardín de niños, fue una etapa muy hermosa.

Con Nikki acordamos llevarlos a la misma escuela, así nos turnabamos para ir por ellos a la salida.

Ambos ya eran todos unos niños.  Y ver sus cambios físicos fue algo melancólico.

Su estatura ya no era tan pequeña y su voz ya no está tan tierna, así como su forma de ser era más tranquilo y juguetón.

Podía decir que estaban en la mejor etapa.

Megan Ross:

E entrado al fin a la primaria.
He hecho amigos y no sólo Tom está conmigo.

Pasar parte de mi vida con él y Harrison, nuestro otro mejor amigo, era tan divertido.

Y pasar tiempo juntos lo era mucho más.

Tom, tenía ahora dos hermanos menores.

Harry y Sam.

Ambos eran tan tiernos y a veces cuidabamos de ellos.

Y ahí estaba.
Haciendo el trabajo que la maestra había pedido, esperando a que la campana de salida sonará para ir a casa.

Papá pasaría por nosotros y esperaba verlo de nuevo antes de que se fuera de viaje como solían pedírselo.

Cuando finalmente escuché el timbre y recogí mis cosas con rapidez.

Cuando antes de salir, me llamó a mi y a Tom, para decirnos algo.

— Megan Ross y Thomas Holland — enunció, buscando nos con la mirada.

Ambos nos tomamos nuestras cosas y fuimos hacia donde la maestra nos llamaba curiosos.

— Somos nosotros — respondió, Tom a mí lado.

La maestra sonrió.— Tu madre vendrá por ustedes dos — soltó, amablemente.

Intercambie una mirada confundida con mi amigo.

— ¿Mi mamá? — inquirió.

La maestra asintió.— Así es. Ya pueden salir esta esperando por ustedes afuera — añadió, apuntando la puerta central del instituto detrás nuestro.

Ambos giramos hacia donde apuntaba y cuando vi a la tía Nikki ahí, algo me decía que sucedió algo malo.

— Esta bien, gracias — asentí, para caminar juntos hacía ella.

— ¿Mamá? Creí que el tío Joseph, vendría por nosotros — habló, Tom en cuanto llegamos a ella.

Pude notar que algo no estaba bien aquí, ya que la tía Nikki tenía los ojos algo rojos.

—  Tía Nikki, ¿estás bien? —  pregunté, con cautela.

Ella me miró y sonrió dulcemente.— Sí, no es nada, cariño — contestó.— Bien, vamos a casa — tomó nuestras manos, para llevarnos al auto.

Mire a Tom a mi lado algo preocupada y el sólo alzó los hombros sin saber que sucedía.

Nos subimos a la parte trasera y en cuanto nos pusimos los cinturones, la tía Nikki giro a vernos.

YOU AND ME | TOM HOLLAND [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora