XXI

695 47 0
                                    

|C O N S E Q U E N C E S|

Megan Ross:

Me tomó unos minutos procesar lo que había pasado en cuanto nos separamos.

Le miraba atónita casi expectante.

Y con torpeza me aparte de él.

— Tom... ¿Q-Qué… — balbuceé, sin poder creerlo.

Su rostro se frunció y se apartó un poco más.

— Lo siento... — soltó, negando.— Perdón. No quería...— acarició, su cien con pesar.

Había sido tan tierno y de alguna forma me había gustado.

¿Por qué esperaba tanto por esto?

— Lo siento mucho. Yo... — negó, aún más alterado.

Caminaba de un lado a otro y con ello aumentaba un poco más mis nervios.

— Está bien... — solté, tratando de reconfortarlo.

Me miró.

— Estás confundido — añadí, apartando la mirada con deshen.— Acabas de salir de una relación es más que obvio que estás confundido.

No pensaba verle de nuevo el rostro pero tuve que hacerlo.

Su mirada se volvió casi sobria y melancólica, su postura se volvió tensa y su rostro trataba de ocultar aquellos dos sentimientos en su mirada con una confundida.

— Creo que sería mejor…

— ¡No! — exclamó, de repente.

Me exalte en mi lugar al escucharlo. No pensaba aceptar irse.

— No pienso dejar algo como esto así — enunció, con firmeza.

— ¿Dejarlo así? — inquirí.— Tom, lo único que necesitas es aclarar tú mente.

— Y lo haré — aseguró.— Pero no soy un idiota que deja pasar este tipo de cosas — añadió.— Creciste conmigo, Megan. No soy esa clase de persona.

Y lo sabía. Lo sabía muy bien.
Nuestros padres nos había inculcado muy bien aquel valor de la honestidad y tratar de evitarlo no era muy fácil.

Se acercó lo suficiente a mí y suspiró mientras me miraba arrepentido.

— Yo… no sé cómo empezar… — balbuceo, después de unos segundos en silencio mientras se rascaba la nuca con nervios y apartaba la mirada.

Me senté a la orilla de mi cama mientras esperaba.

— Toma tú tiempo.

Asintió e imitó mi acción de un lado.

Tomó una bocanada de aire y asintió de nuevo para sí mismo.

— Sé que lo que hice no estuvo bien… — Lo sabíamos.— y me arrepiento de haberlo hecho — No, no lo haces.— ¿Me perdonas? — preguntó, dándome una clara mirada de arrepentimiento.

Sonreí débilmente y asentí.

— Si.

Sonrió devuelta.

Tome su mano gentilmente y entrelase nuestros dedos.

— ¿Todo está bien entre nosotros?

— Todo está bien entre nosotros.

Su mano me soltó y me abrazó por los hombros.

Nada podía cambiar entre nosotros.

No debía.

[Editado: 11/12/2021]

YOU AND ME | TOM HOLLAND [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora