XXVIII

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|T H E  W E D D I N G  D A Y|

Megan Ross:

Me tomó unos minutos poder asimilar que el día de la boda de mi madre había llegado.

No recordaba mis últimos días, solo sabía que en todos se repetía la misma rutina. Preparativos y más preparativos hasta estar de acuerdo con el último detalle.

Por suerte, Alice me acompañaba en todo, junto a la tía Nikki. Sin olvidar a mi madre, claro.
Por otro lado, estaban Fred, el tío Dom y los chicos. Ellos también ayudaban en lo que se necesitará y cuando todo quedo como mi madre y Fred querían, no había más que esperar el gran día.

Y finalmente era hoy.

Me tomo unos segundos asimilarlo, pero cuando estuve segura de que estaba por completa despierta, me senté en medio de la cama con una débil sonrisa.

Mi madre estaba por casarse. Alice sería mi hermana y tendría una figura paterna después de tanto tiempo.

Y luego estaban mis sentimientos.

Me había empeñado en mantenerme distraída mientras pensaba en la últimas palabras que había intercambiado con Thomas. El momento de ese día aún estaba fresco en mi memoria, como si hubiera sido ayer.

Y sabía que debía enfrentarlo y sería hoy. O eso esperaba.

Pero antes de hacer alguna estupidez, debía prepararme para un largo día.

Era sábado por la mañana y tomar una ducha era necesario, así como tomar el desayuno e ir con mi madre al salón a preparanos para vernos bellas.

Me di un baño con agua caliente y en cuanto termine, me vestí con algo sencillo. Un jeans y una basic t-shirt color azul. En conjunto con mis converse negras y el cabello suelto para dejarlo secar.

Salí con una gran sonrisa de mi habitación y me dirigí a la cocina. Esperaba ver a mi madre lista. En cambió, una gran sorpresa me tomo desprevenida.

Los Holland, mi madre, Fred y Alice estaban tomando el desayuno sin mi.

— Uhm... ¿Buenos días? — saludé, confundida.

Todos los ojos cayeron en mi, mientras se servían el desayuno.

— Oh, Megan, cariño. Que bueno que te levantaste. — comento mi madre alegre para acercarse a mi sonriente.— Ven a desayunar con todos antes de empezar con todo, mi cielo. — me tomo de los hombros para sentarme entre Alice y Thomas.

La miraba confundida mientras ponía un plato para mi en mi lugar.

— ¿Por qué no me despertaron? — murmuré hacia Alice un tanto molesta.

Alice me miró inocentemente y sonrió.— Bueno... Es el gran día y mamá, decidió que te dejáramos dormir un rato más. — contestó.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Ya sabes, haz hecho mucho para ayudar. Ella dijo que merecías descansar un poco aunque sea.

Mire a mi madre del otro lado de la mesa y sonreí débilmente.

— ¿Y bien? ¿No piensas comer algo? — inquirió.

Parpadee un par de veces y asentí con torpeza.— Ah, si, si, claro.

Mi estómago rugió del hambre y sin pensarlo dos veces me serví del gran banquete que había frente a mi.

El desayuno paso entre risas y pequeñas anécdotas de la semana de los preparativos. Haciendo memoria de mi padre biológico y entre otras cosas.

YOU AND ME | TOM HOLLAND [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora