XV

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|T H E Y  A R E  H E R E |

Megan Ross:

Hablaba con Alice a mi lado en cuanto todo estuvo bien entre nosotros.

Caundo el timbre de casa se hizo escuchar.

— ¡Yo voy! — vociferó, mi madre corriendo a abrir.

Asentí, tras verla pasar la cocina y volví mi mirada hacia Alice.

— ¿Realmente crees que venga? — preguntó, a lo bajó viéndome dudosa.

Suspiré.— Eso dijo — murmuré, insegura.

Las voces en la entrada se hicieron escuchar. Y de nuevo pretendí que no mi importaba en lo absoluto.

Pero en mi mente pedía que no fuera así.

Una cuantas risas y los pasos se escucharon cerca.

Me levanté de mi asiento tras ver a la tía Nikki y al tío Dom y fui a abrazarlos como saludo.

— Oh, Megan — murmuró, la tía Nikki en mi oído.— Todo estará bien, cariño. Sé amable y buena con ellos — pidió, tras separarse.

Sabía a qué se refería y simplemente asentí.— Es lo que papá hubiera querido — aseguré, con una débil sonrisa.

El tío Dom, me miró melancólico.— Y sin duda sería así — asintió, plantando un beso paternal en mi cabeza luego de abrazarme también.

Sonreí y saludé a los chicos.

— ¡Megan! — exclamaron, al unísono para después correr abrazarme.

Reí al verlos de nuevo.— Los gemelos no tan gemelos y el pequeño Paddy — salude, en broma.

Una risa contagiosa inundó en el lugar.

— Y la enana que nunca crece — bromeo, Harry como saludo.

Negué mientras reía con ellos. Se separó y finalmente lo vi.

Traía a su novia junto a él.

Ambos tomados de las manos con unas grandes sonrisas en sus rostros mientras se acercaban.

Cuando su mirada cayó en mi.

Su sonrisa se ensacho más y en cuanto estuvo frente a mí me miró con aquella dulzura.

— Hola — saludo.

Sonreí.— Hola — saludé, devuelta.

Tomó a Elle de la cintura y la acercó un poco a mi.

— Elle ella es Megan… — presentó.— mi media hermana — rió, dándome una corta mirada alegre.

Dolió.

— Y Megan ella es Elle, mi novia — siguió, plantando un beso en su mejilla.

Adiós, a mi otra mitad.

Elle sonrió.— Por Dios, no puedo creer que al fin te conozca — exclamó, abrazándome con entusiasmo.— No tienes idea de cuánto habla Tom de ti — añadió, separándose.

Mentira.

Sonreí.— ¡Oh, en verdad! — solté, sorprendida.

Asintió.— Por supuesto, eres toda una maravilla para él — giro a verlo fugazmente.

Reí nerviosa.— Vaya, me alegra tanto escuchar eso — murmuré.— Vamos, pasen. Seguro nos están esperando — comenté, yendo hacía la cocina.

YOU AND ME | TOM HOLLAND [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora