XIV

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|W E L C O M E  T O  T H E  F A M I L Y|


Megan Ross:

Desperté desorientada, mientras me movía en la cama confundida.
Mi boca estaba seca y mi cabeza dolía un poco.

Moví mi cuerpo un poco y fruncí el entre cejo al sentir las vendas alrededor de mis manos.

No recordaba como había quedado dormida.

Y en cuanto me senté en medio de mi cama, mi mirada se fue a la ventana.

Era de día aún.
Calculaba al menos las cuatro de la tarde.

Y aún confundida, me levanté hacía la puerta de mi habitación.

— ¿Megan? — murmuró, Tom a mis espaldas.

Giré a verlo.

Su rostro se volvió tranquilo al verme.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó, dulcemente, levantándose del pequeño sofá frente a mí cama.

Asentí, viendo las vendas.— Mejor — respondí.

Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro.

— ¿Segura? — inquirió, tomando una de mi manos entre las suyas, mientras revisaba el vendaje.

Asentí de nueva cuenta.— En verdad, estoy bien — aseguré.— Gracias — solté, bajando la mirada hacia nuestras manos unidas.

Asintió y llevó el dorso de mi mano hacia sus labios, plantando un suave beso en ella.

Sonrió débilmente y me miró.— Bien, te veré dentro de unos minutos — aviso, soltando mi mano con delicadeza.

Sonreí devuelta mientras asentía.

Lo vi alejarse y simplemente desapareció en cuanto cruzó la ventana de mi habitación.

Baje mi mirada hacia mis manos y salí de mi habitación aún con una genuina sonrisa.

Escuche voces mientras bajaba y de nuevo el golpe de mi realidad me golpeó.

Les debía una disculpa.

Solté un suspiró y simplemente pensé en la felicidad de mi madre y el deseo de volver a convivir con alguien más en su vida.

Y tal vez así, darle aquella oportunidad.

Unas pequeñas risas se escucharon mientras hablaban. Y pude ver cuán feliz era ella con Fred.

Entre a pasos lentos a la cocina y me pare en el umbral de la entrada en silencio viendo la escena.

Mi madre cocinaba junto a Alice y Fred contaba una anécdota hacia ellas, haciéndolas reír.

Y simplemente pude ver mi reflejo ahí.

Sentada justo a su lado disfrutando de su compañía, como una familia de nuevo. Aunque con más personas alrededor.

Y simplemente pude sentirme feliz de nuevo.

Mi madre sonreía mientras cocinaba, Alice reía a su lado y Fred tenía una gran sonrisa en el rostro, sólo faltaba yo ahí.

Una pequeña lagrima rodó por mi mejilla sin querer.

Las mirada cayeron en mi mientras sus rostros se suavizaban al verme.

— L-Lo siento… — solté, bajando la cabeza.— Yo… — murmuré, sin saber como expresarle lo arrepentida que estaba.— sé que no debí…

YOU AND ME | TOM HOLLAND [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora