VII

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| D A D  I N  T H E  H O S P I T A L|

Marie Ross:

Estuve esperando a que me dieran información, se me hacia tarde y Megan seguía en casa de Nikki.

Le llamé, preguntando si se podía quedar a dormir ahí solo esta noche y si era necesario, también mañana.

Joseph todavía no despertaba al parecer, en todo el día que estuve aquí el doctor sólo me decía que aún no despertaba y que todavía no podía entrar a verlo.

Sólo esperaba a que se recuperará.
Y pudiera salir de aquí, hacía casa.

Nikki Holland:

Marie seguía en el hospital después de que le llamé.

Y después de un tiempo, ella me llamó de vuelta contándome lo que sucedía.

Me pidió si Megan podía quedarse a dormir aquí. Acepté completamente eternecida y en cuanto terminó la llamada le avise.

Se puso tan feliz de saber que dormiría con Tom y decidieron hacer una pequeña pijama da improvisada, mientras iba por algo de ropa limpia a su casa.

Megan estaba calmada pero tarde o temprano se enteraría de lo que pasó y eso me preocupaba.

Marie se lo podía ocultar pero no le será fácil a hacerlo, Megan era muy astuta.

Megan Ross:

La tía Nikki me había dicho que me quedaría con ellos, mientras mi mamá hacía algo con mi papá.

— ¿Dormiré con Tom? — exclamé, emocionada.

Ella asintió con una sonrisa.— Claro. Ven, vamos — contestó, tomando mi mano para llevarme dónde él.

Me abrió la puerta y al entrar lo vi durmiendo tranquilamente.  Me acerque silenciosamente hacía el y me recosté del otro lado.

Se veía tan tierno, tranquilo y sin ningún problema, como un ángel, no fue así hasta que sentí que se movió.

— Tom, ¿estás despierto? — susurró, moviendo su hombro.

Al ver que no contestaba me senté lentamente y con cuidado de no moverlo sentí su mano jalarme de nuevo hacía la cama, haciendome caer de rodillas de un lado de esta.

— Estas despierto. No fingas, Tom — reprendió, moviendolo un poco.
Cuando uno de sus ojos se abrió levemente.

—¡Lo sabía! — celebré.

Tom hizo un puchero y suspiró rendido.

— ¡Ay! Te quería asustar — reprochó, cruzandose de brazos.

— Pues buen intento, por que no funcionó — reprendí, riendo.

Me miró mal por unos segundos cuando su rostro se volvió confundido.
— Y bien, ¿qué haces aquí? — inquirió.

Sonreí.— Me quedaré esta noche aquí.— respondí, alegre.

— ¡¿Qué?! ¿Y dónde dormirás? — exclamó, sorprendido.

— Contigo. Pero en la cama de abajo — contesté, obvia.

—Ah, yo creí que en mi cama conmigo. Juntos — soltó, mientras se rascaba la nuca.

— ¡¿Que?! No, Tom. Jamás — negué.

Todo la tarde la pase en su habitación hablando de cualquier cosa.
Sólo me preocupaba mi mamá por no saber dónde estaba.

YOU AND ME | TOM HOLLAND [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora