YOU AND ME | TOM HOLLAND [Terminada]

XVII

|J U S T  Y O U|

Lunes

Megan Ross:

Mi fin de semana se había basado en estar con mi madre, Fred y Alice.

No había sido tan malo como creía.

Fred era atento con mi madre y cuidaba de ella, así como era respetuoso.

En cambio, Alice y yo solo seguimos como antes.
Nos tratábamos como usualmente lo hacíamos. Y nada había cambiado.

Pero en cuanto llegamos a la escuela. Todo pareció ser tan extraño para ambas.

Elle me miraba mientras entraba. Parecía cabizbaja y triste.

Cuando su mirada cayó en alguien detrás mío.

Su rostro se volvió sobrio y con tristeza bajó la mirada mientras se iba por ahí hacia el edificio.

Mire a Alice.

Su ceño estaba fruncido y denotaba clara confusión como yo.

Y cuando vi a Tom pasar de mi lado detrás de Elle, sabía que algo andaba mal con esos dos.

— ¿Habrán discutido? — murmuró, Alice a mi lado.

Alce los hombros sin saber que decir.

— No — respondío, Harrison llegando de mi lado.

Ambas lo miramos atentas.

Un suspiró salió de él como si de un problema serio se tratase.

— Elle terminó con Tom el sábado después de que fue a dejarla a su casa — completó, dando cortas miradas alrededor.

Aparte la mirada.— ¿Pelearon? — inquirí.

Sentí la mirada de mi amigo.— No lo sé — respondió, en un murmullo.

Asentí y seguimos nuestro camino en silencio.

— Uhm, tengo que ir a mi casillero. Olvide algo — anunció, Alice.

Sonreí.— De acuerdo, te veo en clase.

Asintió, dándole un corta mirada a Harrison mientras se iba.

Mi amigo correspondió su mirada, mientras una pequeña sonrisa se semblaba en su rostro.

Una pequeña sonrisa divertida surco de mis labios.

— ¿Te gusta, cierto? — inquirí.

Sus mejillas se sonrojaron levemente.

— ¿Es muy obvio? — cuestionó, rascando su nuca nervioso.

Menee la cabeza aún con una sonrisa.— Mmm… algo, si — asentí.

Sus mejillas se sonrojaron aún más mientras sonreía nervioso.

— ¿Crees que tenga oportunidad con ella? — preguntó, dudoso.

Me detuve en la entrada de nuestra clase y lo mire cálidamente.

— Créeme, ustedes dos se gustan mutuamente y ni siquiera lo notan — respondí.

Harrison bajo la mirada aún más nervioso.

— Sólo sé tú, Haz. Todo se dará con el tiempo — aconsejé.

Sonrió y me dedico una cariñosa mirada.

— Hey… — llamó, Alice llegando hacia nosotros.— ¿No van a entrar? — preguntó, viendo el salón.

— Estábamos esperándote — respondí, con una genuina sonrisa.— ¿Cierto, Haz? — inquirí, haciendo que hablará.