La apuesta que cambió mi vida {I parte}

Capítulo 17. "Aaron salvando el día. Richard causando problemas."

-Wow preciosa, parece que es mi día de suerte.

Dijo el chico de ojos grises que tanto odiaba. Richard.

-Pues claramente no es el mío. ¿Qué haces aquí?

Respondí seca. Agh. Su compañía me molestaba profundamente.

-He venido a visitar a un amigo, se había roto un brazo; y al parecer aquí esta mi recompensa de ser tan buena persona.

Me burlé.

-¿Tú buena persona? Deja de mentir Richard.

-Tienes razón, soy malo diciendo verdades, pero bueno haciendo apuestas, ¿no?

Agh. Este tipo me sacaba canas.

-Claramente eres malo en todo.

-No en todo, hay una cosa en la que soy muy bueno, pero claro, te resististe y no lo pudiste comprobar.

Me levantó una ceja coqueto. Qué asqueroso.

-Eres un maldito pervertido, Richard.

Rió.

-¿Ya alguien ha ganado la apuesta bebé?

Preguntó con esa sonrisa tan desquiciante.

-No, y no creo que ganes tan fácil y rápidamente.

Rió a carcajadas.

-Cariño, estoy apunto de ganar aunque tu no lo veas.

Acercó su rostro hacia el mío hasta quedar a pocos centímetros de mis labios. Cerré los ojos y traté de empujarlo, pero alguien me ganó.

-Déjala en paz idiota.

¡Aaron! Jamás había estado tan feliz de verlo. Richard sólo volvió a reír. En serio que no sabía qué era lo que le daba tanta gracia siempre.

-¿Así que tu eres el susodicho? ¿El que ganará la apuesta?

Mierda. Mierda. Mierda. ¡Mencionó la apuesta!

-¿Apuesta?

Aaron me quedó viendo algo confundido. ¿Y ahora cómo saldría de ésta?

-¿No le has dicho verdad, Lía?

Sonrío satisfecho.

-Claramente no me interesan tus mentiras, vete ya.

Gracias por no ser curioso Aaron. En serio.

-Como quieras hermano, en cuanto a ti Lía, será mejor que disfrutes lo que te queda de felicidad, porque no durará tanto. Estoy apunto de ganar nena.

Sonrió una vez más y se alejó de nosotros.

Estúpido Richard.