La apuesta que cambió mi vida {I parte}

Capítulo 18. "Todo tiene solución"

Hola mis hermosos lectores! Les quería agradecer por los 2.000 leídos ya, en serio que significa mucho para mí y eso me inspira a seguir escribiendo <3 Bueno, como les había prometido aquí esta el maratón, ¡disfrútenlo! Y mil gracias :) xx

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-Lía, ¿estás bien? ¿Ese idiota te hizo algo?

Aaron siempre preocupándose de mí. Que tierno.

-No, afortunadamente llegaste a tiempo. Gracias, te debo una.

Me acerqué para darle un abrazo muy cariñoso y nos quedamos allí, luego de un rato me retiré un poco hasta qué quedamos a unos centímetros el uno del otro, porque Aaron no me dejaba retirarme más ya que me estaba sosteniendo de la cintura.

-No hay de qué linda, pero quizá ya podrías aceptar salir conmigo. Acuérdate que me debes una cita.

¡Lo había olvidado por completo! ¿Cómo se me pudo haber olvidado eso?

-Claro, esta vez ya no hay nada que se interponga.

-Perfecto.

Comenzó a acercar su rostro al mío, yo cerré los ojos esperando sus labios, cuando de pronto escuchamos una voz.

-Lía, tu hermana quiere vert...-

Joder. Mi mamá.

Nos separamos inmediatamente con Aaron fingiendo que nada había pasado, ni iba a pasar. Y claramente era verdad. Pero lo que me sorprendió fue encontrarme con que mi mamá tenía los ojos llorosos. ¿Algo le había pasado a mi hermana?

-Eh, mamá, ya voy. ¿Te encuentras bien? ¿Danna está bien?

-Por supuesto cariño, tu hermana nos quería dar una noticia a ambas pero no te encontramos por ningún lado, no estabas en la cafetería. Ahora ya veo donde te encontrabas.- quedó viendo pícaramente a Aaron, ambos nos sonrojamos.- Así que me la dio primero a mí y ahora te busca para dártela a ti.

-Claro, en seguida voy. ¿Vienes Aaron?

No pensaba dejarlo sólo allí con mi mamá luego de lo que pasó. Sabía que lo iba a interrogar al pobre o tal vez pasaran por un silencio incómodo.

Al parecer él captó mi intención porque rápidamente aceptó y caminamos hacia la habitación 504. Allí se encontraba mi hermana despierta. Entramos y saludamos.

-¿Cómo te encuentras, Dan?

-Ya mejor pequeña, gracias.

Sí, claramente ya se veía mejor. Ya no estaba tan pálida como antes, sólo que no verla maquillada era algo raro.

-Mamá me dijo que tenías que darme una noticia.

Comencé a preocuparme de lo que pudiera decir que había hecho llorar a mi madre. ¿Había perdido al bebé? ¿Iba a abortar? Ella suspiró y se puso muy ¿alegre?

-Es niña.

Fue lo primero que dijo, y con eso bastó para que ambas nos pusiéramos a gritar por toda la habitación. ¡Iba a tener una sobrina!

-¡Oh por Dios! ¡Eso es genial, Danna!

-Lo sé, y se llamará Gracie. Ya lo decidimos con John y mamá. Quería que tu también estuvieras pero no te encontraban por ningún lado. Ahora ya veo con quién estabas tan entretenida, sólo espero no estuvieran en una habitación o cuarto de servicio.

Aaron se sonrojó y luego los tres comenzamos a matarnos de risa.

-Me encanta su nombre.

Dije cuando todo estábamos tranquilos ya.

-Lo sé, igual a mi. Mi pequeña Gracie.

Comenzó a acariciarse su pancita. Volteé a ver y me pregunté cómo no nos pudimos dar cuenta antes. ¡Claro que se le comienza a notar su embarazo!

-¿Cuántas semanas llevas?

Me miró con sus ojos azules y rió.

-Doce semanas, ¿y puedes creer que me acabo de enterar?

-No puede ser Danna, ¡qué irresponsable que no te hayas dado cuenta antes!

-Ya sé, lo bueno es que en dos meses será mi boda, espera allí ya tendré 20 semanas, ¡tendré una gran panza, que horror!

Ambas comenzamos a reír. Por su complexión que era demasiado delgada, no se le veía tanto su panza, parecía más como si hubiera engordado, pero a las 5 meses era obvio que se le notaría.

-Tranquila, un buen vestido lo ocultará un poco.

-Joder. Ahora tendremos que ir a cambiar el vestido que acabo de comprar.

-No te preocupes, todo tiene solución.

Me quedé repitiendo en mi mente las últimas palabras que salieron de mi boca tratándomelas de creer.

Todo tiene solución.

¿La apuesta tendría solución?